Mladic se niega a declarar a favor de Karadzic


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El general Ratko Mladic, excomandante del ejército serbiobosnio, calificó de «corte satánica» el tribunal de la ONU sobre los crímenes de guerra en la antigua Yugoslavia al comienzo de su testimonio como testigo de la defensa de su exjefe político, Radovan Karadzic.

Por MIKE CORDER, LA HAYA, Agencia AP

La histórica reunión en el tribunal de dos de los supuestos arquitectos de las atrocidades serbias durante la guerra en Bosnia entre 1992 y 1995 duró apenas una hora porque Mladic dijo repetidas veces a los jueces que no respondería a preguntas del expresidente Karadzic, el antiguo líder serbiobosnio, aduciendo mala salud y la negativa a autoincriminarse.

Fue la primera vez en que ambos se han visto juntos públicamente desde la conclusión de la guerra. La negativa de Mladic a responder ninguna pregunta significa que no arrojará luz sobre la guerra que dejó unos 100 mil muertos.

Mladic debía ser uno de los últimos testigos de la defensa de Karadzic. El abogado de este, Peter Robinson, anticipó que el exlíder serbiobosnio planea atestiguar en su propia defensa en febrero.

Tanto Karadzic como Mladic desaparecieron durante años después de la guerra, tratando de evadir su captura y extradición a La Haya. Karadzic fue capturado en Serbia en el 2008 cuando se hacía pasar por un gurú de la Nueva Era y Mladic fue detenido casi tres años después.

Los dos están procesados en juicios separados por delitos que incluyen genocidio. Ambos protestan su inocencia argumentando que todo lo que hicieron durante la guerra tuvo por objeto defender al pueblo serbio. De ser condenados enfrentan la posibilidad de cadena perpetua.

Mladic inicialmente se negó a declarar, pero después dijo que hablaría si le daban su dentadura postiza que había dejado en su celda en la unidad de detención del tribunal. Pero cuando se la llevaron y se la colocó en la boca, volvió a negarse a atestiguar.

El abogado de Mladic, Branko Lukic, dijo a los jueces que no podía declarar porque padece de un estado inducido por una apoplejía que caracterizó como «decepción de la memoria» que le impide distinguir la realidad de la ficción.

Los dos antiguos aliados apenas cruzaron sus miradas durante la audiencia. Karadzic parecía enfrascado en mirar los documentos sobre su escritorio. Mladic parecía disfrutar de la atención: saludó al público en la atestada galería de espectadores.

Solicitó leer una declaración manuscrita de siete páginas que había preparado la noche anterior, pero los jueces no se lo permitieron. Mladic agradeció sardónicamente a los jueces por no permitirle leerla. «Habéis confirmado mi tesis de que el tribunal de La Haya no es un tribunal de derecho sino una corte satánica», dijo por medio de un intérprete.

Cuando Mladic pasó junto a Karadzic al salir del tribunal, Mladic le dijo en serbio: «Radovan, gracias y lo siento. Los idiotas no me dejan. Justificaron las bombas de la OTAN».