Peyton Manning, imparable. Los Seahawks, impenetrables. Un clásico. Así es cómo se insinúa el primer Super Bowl al aire libre en una ciudad de clima frío. La NFL, esos fanáticos que dentro de una semana se congelarán en los Meadowlands y los más de 110 millones que lo verán por televisión no pueden tener mejor duelo.
Los Broncos de Denver, con Manning al frente, fueron los mejores de la Conferencia Americana (13-3), anotando más puntos (606) en la historia de la liga, con 55 de sus touchdowns mediante pases de su quarterback, triturando el récord de Tom Brady.
Gracias a su condición de locales, vencieron a San Diego y Nueva Inglaterra para acceder a su primer Super Bowl desde que John Elway tenía el papel de Manning en la edición de 1999.
Los Seahawks de Seattle registraron la misma marca para mandar en la Conferencia Nacional para luego doblegar a Nueva Orleáns y San Francisco, con un despliegue implacable de su defensa que hizo evocar a los Ravens de 2000.
Apenas permitieron 231 puntos. Los Broncos anotaron 230 en sus primeros cinco partidos.
Algo deberá ceder en el estadio MetLife.
«Es el desafío al que uno aspira», dijo Richard Sherman, el estelar cornerback de los Seahawks que ha captado la atención tras su combativa reacción al término de la victoria ante San Francisco.
«Nos gusta. Como defensa le tenemos un respeto inmenso a Peyton Manning, pero como un competidor cabal, con lo competitivo que es nuestro equipo, uno no quisiera que fuera de otra manera. Se aspira a lo mejor de lo mejor, de lo contrario no se siente que te toca el más grande reto de tu vida».
Que no se preocupen los de Seattle, que van a tener las manos llenas.
«Estoy apenas estudiándoles, pero de lo poco que he visto hasta ahora, no cabe duda que es una excelente defensa», dijo Manning, y eso fue antes que repasó todo lo que los Seahawks pueden hacer para frenar al adversario.
Esta es la sexta vez que la mejor ofensiva de la NFL en cuanto a puntos choca contra la defensa más dominante en el Super Bowl. ¿Quién tiene la ventaja?
Pues la defensa, ganando cuatro de esos cinco partidos. Green Bay sobre Kansas City en el primero; Pittsburgh sobre Dallas en 1979; San Francisco sobre Miami en 1985; y los Giants de Nueva York sobre Buffalo en 1991. La excepción a la regla se dio en 1990 cuando los Broncos no pudieron frente a Joe Montana, Jerry Rice y compañía al perder 55-10, el resultado más desigual en la historia del Super Bowl.
En sola una ocasión los equipos que lideraron las estadísticas de yardas ganadas en ofensiva y permitidas en defensa se citaron en el Super Bowl. Eso ocurrió hace 11 años cuando Tampa Bay, con su abrumadora defensa, amansó 48-21 a Oakland. Los Buccaneers interceptaron cinco pases, anotando dos veces tras los mismos.
Pero esta es la primera que es el líder en yardas obtenidas y puntos anotados enfrenta al equipo más mezquino en ambas categorías.
Denver promedió 37.9 puntos y 457.3 yardas por partido, y en la postemporada promedia 435 yardas con 25 puntos.
Ese declive en cuanto al marcador no ha importado debido a que la defensa de los Broncos se ha plantado firme.
Seattle permitió 14.4 puntos y 273.6 yardas por partido en 2013. En los playoffs, las cifras son de 16 puntos y 365 yardas. Pero los fanáticos de los Seahawks no deben alarmarse por las yardas permitidas las últimas dos semanas: una buena porción se produjo cuando Nueva Orleáns recortó su desventaja en un partido que estaba sentenciado.
Lo que verdaderamente sazona este duelo de ataque contra defensa es la brillante capacidad de Manning para adaptar su juego a las circunstancias.
«Entiende que las defensas buscan detectar patrones y similitudes, reconoce las formaciones y a los jugadores», dijo Sherman, quien lideró la NFL con ocho intercepciones y aseguró el triunfo ante los 49ers al manotear un pase que su compañero Malcolm Smith acabó interceptando. «Cambia jugadas de forma constante. Con un quarterback de ese tipo, es duro encontrar alguna falla, pillar una tendencia, algo que puedas aprovechar».
Por otra parte, Denver no ha lidiado ni de cerca con la asfixiante defensa de Seattle. Una abrumadora rotación al frente que también incluye un grupo de linebackers —Bobby Wagner será el mejor en esa posición en este partido y fue menospreciado para el Pro Bowl— y se complementa con la mejor secundaria del planeta.
Esa secundaria encabezada por Sherman y el safety Earl Thomas cargará con la responsabilidad de neutralizar a los blancos con los que Manning compiló sus espectaculares estadísticas: Demaryius Thomas, Eric Decker, Wes Welker y Julius Thomas. Como los Seahawks prefieren coberturas mano a mano, la esencia de este Super Bowl estará en esos duelos.
¿Y si ocurre otra cosas? Todo esto que se dice sobre los Broncos haciendo lo que les da la gana con la posesión del ovoide y los Seahawks rugiendo en las tacleadas pasa por alto tanto al ataque de Seattle como a la defensa de Denver.
¿Quién sabe? De repente, el protagonista decisivo del Super Bowl saldrá de una de esas formaciones.