Todos los años el Gobierno expone cifras sobre la situación del hambre y los casos de desnutrición en el país, pero pocas veces se cuestionan los informes oficiales. El titular de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional, Luis Enrique Monterroso, asegura que los procesos son claros y transparentes, y por ende, las cifras son fiables.
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Sin embargo, existen indicios de que el sistema estadístico es vulnerado por distintos frentes. ¿Cómo se obtienen estos datos y cómo estar seguros de su veracidad?
“El sueño de una Guatemala sin desnutrición es mi compromiso y juntos lo estamos logrando”, dijo el presidente Otto Pérez Molina el pasado 14 de enero, durante la presentación del segundo informe de Gobierno. Frente a funcionarios, políticos, diplomáticos y la sociedad civil, el mandatario ofreció un largo discurso, en el que no escatimó esfuerzos para hablar sobre lo que considera un verdadero logro en la lucha contra la desnutrición: El Pacto Hambre Cero.
Según Pérez Molina, algunos de sus logros son 961 mil atenciones institucionales, la entrega de suplementos con micronutrientes a más de 845 mil niños y niñas, la atención prenatal a más de 147 mil mujeres embarazadas y los alimentos a más de 784 mil familias de escasos recursos.
Un día antes, se publicaba en La Hora una entrevista con el mandatario, en la que aseguró que contaba con estadísticas concretas sobre los casos de menores desnutridos y no solo de los “logros”. “Lo invito para que vaya hablar con Luis Enrique Monterroso y él le presentará las estadísticas que están siendo seguidas casi a diario”, indicó.
Y una semana después, Monterroso expuso los datos de la desnutrición.
El titular de la SESAN aseguró que el Gobierno fortaleció el sistema de información para la detección de la desnutrición y por eso cada semana se tienen mediciones sobre morbilidad y mortalidad, que arrojan datos sobre la muerte de menores y casos de desnutrición aguda.
De esa cuenta, aseguró que en 2013 se registraron 168 casos de desnutrición aguda en menores de 5 años y 116 niños fallecidos; los hallazgos fueron reportados principalmente en los departamentos de Huehuetenango y Chiquimula, que registran altos niveles de pobreza.
Además, el funcionario reconoció que en San Juan Sacatepéquez, un municipio cercano a la Capital, se registraron siete casos de niños fallecidos y según la SESAN, existen 18 municipios del país en donde se concentra el 47.5 por ciento de toda la mortalidad en el país.
Los números pueden dar una idea del problema del hambre, pero ¿cómo estar seguros de su veracidad?
Las autoridades sostienen que se trata de datos reales sobre hambre y desnutrición, aunque no existe un sistema independiente para verificar su veracidad. Sin embargo, si hay denuncias, es de la vulneración de las estadísticas.
EL CASO EJEMPLAR
El doctor Juan Rodríguez Portillo, exjefe del Área de Pediatría del Hospital Nacional “Nicolasa Cruz” de Jalapa, aseguró que fue destituido por evidenciar los fallecimientos por desnutrición y proporcionar datos sobre el hambre a la prensa e indicó que el Gobierno oculta datos que pueden representar variaciones importantes en las estadísticas oficiales.
Según el galeno, cuando fallecen los menores por desnutrición, constantemente se obliga a los médicos a borrar información en el certificado de defunción y a colocar datos que les convienen a las autoridades, lo que pone en tela de duda todo el andamiaje de información nutricional.
“Muchos niños mueren por desnutrición, pero no permiten que se escriba (ese aspecto) en la papeleta de defunción para que en las estadísticas salgan menos (decesos)”, dijo Rodríguez, aunque señaló que la desnutrición es la base u origen de la muerte de muchos niños.
“Por ejemplo, los hospitales públicos ponen como causa directa en el renglón número uno sepsis, en el reglón número dos neumonía y en el tercero desnutrición, por lo que no aparecen en las estadísticas de muerte directa”, expuso.
A criterio del especialista, el Gobierno no está mostrando los datos reales del problema del hambre y esto provoca más problemas, porque el enfoque para su atención es incorrecto, ya que las personas no tienen información de cómo lidiar con ese mal.
Varios medios de comunicación de tipo nacional y local informaron sobre la represión contra González, quien tras brindar información sobre la desnutrición a la prensa, fue trasladado –a manera de castigo– a Atención Permanente (CAP) de Monjas, Jalapa, y posteriormente fue despedido.
Rodríguez piensa que su caso no es el único y hay muchos otros doctores que son presionados para no hacer públicas las cifras sobre desnutrición, pero eso es imposible de determinar.
CIFRAS MAQUILLADAS
Hugo Morán, diputado del Partido de Avanzada Nacional (PAN) e integrante de la Comisión legislativa de Seguridad Alimentaria, dijo que cada Gobierno utiliza distintas modalidades para medir sus resultados en material y “obviamente” destacarán lo positivo.
Y, según el legislador, lo positivo de este Gobierno es que han visibilizado el problema de la desnutrición, pero advierte que las cifras no coinciden y por eso su veracidad se pone en tela de duda.
De acuerdo con Morán, en el tema de la desnutrición aguda no hay datos consolidados porque la SESAN maneja sus propias estadísticas, mientras que el Registro Nacional de las Personas (Renap), el Centro de Nacional de Epidemiología y la Procuraduría de Derechos Humanos tienen otras cifras.
Da la impresión de que se están maquillando resultados para mostrar cifras, que según el Gobierno, demuestran que han tenido algún impacto sus programas, dice el diputado.
Además, indica que es falso que exista una consolidación de los datos por muertes de niños por desnutrición aguda; en agosto la PDH llevaba registrados 160 casos y la SESAN tenía 70. Morán señala que hay un subregistro de datos: “Hay una impresión, que quisieran mostrar resultados que realmente no existen en el terreno”.
Sin embargo el ver la acción es complicado porque, por ejemplo, el programa de extensión de cobertura que tiene mucho de las intervenciones de la Ventana de los Mil Días, que es punta de lanza de Hambre Cero, lo han dejado completamente desfinanciado o no lo han implementado adecuadamente.
SEGURIDAD EN INFORMACIÓN
Monterroso expresa que antes pudo haber subregistros de casos de desnutrición, pero ahora con nuevos sistemas consolidados, dice que eso ha quedado atrás, pues se conoce caso por caso, siguiendo los protocolos de la Organización Mundial de la Salud, y se trabaja coordinadamente con el Instituto Nacional de Estadística (INE) y Renap.
Al ser consultado por las distintas denuncias que la oposición ha realizado con respecto al maquillaje o al ocultamiento de las estadísticas por el tema de la desnutrición, indicó que la oposición debe establecer un sistema de información fuerte como el que se tiene en el Pacto Hambre Cero y que refute con estadísticas y datos lo que ahora aseguran.
“Le hago un reto a la oposición a que se atrevan a establecer un sistema de las dimensiones que hoy tenemos en el Pacto Hambre Cero, para que entonces se atrevan hacer una mención al descrédito de lo que tenemos”, subraya Monterroso.
Además, indica que la oposición está cometiendo un error, porque no tienen la capacidad técnica, ni el concepto claro sobre el problema y ante todo, no tienen la solvencia estadística para refutar los datos de la SESAN.
Sobre los registros de las muertes, Monterroso ha señalado que los menores que padecen desnutrición no mueren por este mal, ya que existe una causa directa y una básica, lo que a su criterio ha generado confusión: “La causa básica de los decesos es desnutrición, pero la causa directa no lo es, la causa directa de la muerte puede ser por neumonía, síndromes diarreicos agudos, shock u otras causas”, dijo.
DATOS RELEVANTES
Monterroso indicó que uno los principales avances de la lucha contra el hambre, es que 255 municipios de los 334 tuvieron cero muertes por desnutrición aguda, es decir que el 76 por ciento de todos los municipios del país no registraron ninguna muerte por desnutrición aguda.
Al ser cuestionado por la desnutrición crónica, Monterroso señala que es el problema más grande que ha atravesado Guatemala por años y que ha sido por la dureza de la realidad.
El secretario aseguró que se han implementado las intervenciones de la Ventana de los Mil Días, para prevenir la desnutrición, y aunque reconoció que hay algunos desaciertos en cuanto a la implementación de estas intervenciones, dijo que procura que se cumplan los planes para tener resultados más certeros en un futuro.
Según la SESAN la tasa de letalidad bajó de 2.2 a 0.68% por las acciones implementadas en el Pacto Hambre Cero.
Hugo Morán
Diputado