La tecnología que se puede llevar puesta es una de las tendencias principales de la actual feria CES de Las Vegas, aunque por el momento la mayoría de los dispositivos proceden de empresas del mundo informático. En un inusual desfile de modelos los diseñadores aprovecharon para presentar su visión de la «moda high tech».
Las Vegas está llena de cosas brillantes, desde los carteles publicitarios del tamaño de un edificio a las máquinas tragamonedas o la ropa. El jueves se vio desfilar a una modelo en la feria CES con un vestido con lámparas LED que hacían brillar la tela con colores verde, azul y rojo. Otra lucía una variante con todas las tonalidades, que recordaba a un arcoíris o a un árbol de Navidad. El público levantaba encantado sus smartphones para hacer fotos.
El vestido-arcoíris era uno de una decena de prendas que se exhibieron en el desfile. En todas había piezas de tecnología, ya sea luces LED parpadeantes o sensores.
Una de las propuestas de una diseñadora canadiense era un vestido con pequeñas lámparas azules que parpadeaban cuando la modelo se movía. En la ropa interior deportiva, los sensores medían el pulso de la persona.
Además había pulseras deportivas que medían los pasos, y una chaqueta que mostraba el camino a seguir haciéndole señales en los hombros a su portadora. Otra propuesta eran unas gafas con cámara de video incorporada que funciona de forma similar a las Google Glass, pero que no se diferencian en nada de unas gafas comunes y corrientes: la cámara está oculta en la patilla.
Muchos de los modelos exhibidos eran quizás extremadamente coloridos o bien pertenecían al mundo del deporte. «Es un sector muy nuevo y aventurero para los diseñadores», afirma Shannon Hoover, que organiza desfiles de este tipo. Los diseñadores aún están probando con lo que es posible hacer, al igual que las empresas de tecnología. «Aún no hemos dado con LA clave para los dispositivos ‘ponibles’».
Los contadores de pasos en el sujetador deportivo o el GPS en la chaqueta son más un juego que productos realmente vendibles. Hoover tiene en vista programas de salud que no solamente midan el ritmo cardíaco, sino que avisen a su portador del peligro de sufrir un ataque al corazón. De ese modo habría un claro incentivo para llevar constantemente una ropa que analice las funciones corporales.
También debajo de la pasarela la tecnología que se puede llevar puesta es una tendencia importante en la CES. En cada esquina de la feria hay brazaletes fitness y relojes con conexión a Internet, smartwatches. «Trabajo junto a muchas personas en la tecnología», explica Amy Winters, que utiliza telas con lámparas LED incorporadas que cambian de color si se aprieta un botón.
Muchos de los aparatos son sin embargo bastante difíciles de llevar puestos, por lo que el sector tecnológico debería trabajar con el de la moda para mejorar en ese aspecto. Hay empresas que ya lo hacen: Apple acaba de contratar a un alto gerente de la marca de lujo Burberry. «Quiero hacer algo que sea ponible», asegura también David Meisenholder, el diseñador de las gafas con cámara.