Rusia e Irán critican a ONU por rechazo a Teherán


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Rusia e Irán criticaron la decisión del Secretario General de la ONU de retirar una invitación a Teherán para que participara en la reunión de paz sobre Siria a efectuarse en Suiza en momentos en que los delegados comienzan a llegar.

Por ZEINA KARAM, GINEBRA Agencia AP

Una invitación de última hora de las Naciones Unidas a Irán para que acudiera a la llamada Conferencia de Ginebra puso la reunión en duda, lo que obligó al secretario general Ban Ki-moon a retirar su oferta el lunes por la noche bajo intensa presión de Estados Unidos luego que el principal grupo de oposición sirio, respaldado por Occidente, amenazase con boicotear la cita.

Después que Ban retiró la invitación, la opositora Coalición Nacional Siria dijo que asistiría a las conversaciones, en las que se busca el fin de una guerra civil de tres años en la que han muerto más de 130.000 personas y millones se han visto obligadas a desplazarse. La oposición dijo que la conferencia debe tratar de establecer un gobierno de transición con plenos poderes ejecutivos «en el que no participen los asesinos ni los criminales».

Eso allanó el camino para que las negociaciones comiencen el miércoles, como estaba planeado, en la ciudad turística suiza de Montreux, con la asistencia de delegaciones de alto nivel de Estados Unidos, Rusia y otros 40 países. Las conversaciones directas entre el gobierno sirio y sus opositores, las primeras desde que comenzó el levantamiento popular, deben comenzar el viernes en Ginebra.

Hay pocas expectativas de que se alcance un logro significativo en la reunión. Las líneas del frente en la guerra han estado mayormente sin cambios desde marzo y ni el gobierno ni la oposición parecen lo suficientemente desesperados como para hacer concesiones.

Tampoco está claro cómo la Coalición, una alianza débil y fracturada con prácticamente ninguna influencia sobre los grupos rebeldes en Siria, pudiera hacer valer cualquier acuerdo alcanzado en Ginebra.

Irán es el aliado más poderoso del presidente Bashar Assad en la región. La República Islámica ha suministrado asesores, dinero y ayuda material a Siria desde que comenzó el alzamiento popular en marzo del 2011. Aliados de Irán, principalmente el grupo extremista islámico libanés Jezbolá, han enviado fuerzas a Siria para apoyar al gobierno.

La controversia sobre la participación de Irán en las conversaciones resalta las diferencias fundamentales sobre Siria entre Estados Unidos y Rusia, que ha protegido al régimen de Assad de sanciones de la ONU y continúa suministrándole armas.

En Moscú, el canciller ruso Serguei Lavrov dijo que la decisión de Ban de retirar la invitación fue un error pero que Rusia tratará de que las negociaciones avancen.

«(La ausencia de Irán) no es una catástrofe; presionaremos a favor de un diálogo entre las partes sirias sin condiciones», dijo Lavrov a periodistas.

El canciller reafirmó la postura rusa de que la presencia de Irán es esencial para el éxito de las conversaciones, al tiempo que dijo que la ausencia de Teherán «no va a ayudar a fortalecer la unidad de los musulmanes del mundo».

Lavrov insistió en que Rusia no ha entregado a Siria armas «prohibidas por acuerdos internacionales y que pudieran desestabilizar la situación en la región».

En Teherán, el ministro iraní de Relaciones Exteriores criticó con fuerza el cambio de postura de Ban.

«Desde nuestro punto de vista, el retiro (de la invitación) es deplorable», dijo Marzie Afkham, portavoz de la cancillería iraní, y añadió que Ban lo hizo bajo una fuerte presión.

Afkham agregó que espera que Ban Ki-moon explique las «razones verdaderas» para retirar la invitación.

La explosión de un coche bomba en el sur de la capital libanesa el martes por la mañana proporcionó nueva evidencia de la expansión del conflicto sirio. El ataque dejó al menos dos muertos en un área chií que es bastión de respaldo a Jezbolá.