La empresa Overstock.com Inc., con sede en Salt Lake City, será la primera tienda minorista importante en aceptar la moneda digital bitcoin para el pago de bienes.
La compañía valuada en mil millones de dólares decidió ingresar al nuevo mercado de compradores que utilizan la divisa en línea. Según el director de Overstock, Patrick Byrne, otros grandes vendedores al menudeo perderán cuota de mercado si no siguen el ejemplo de la empresa y aceptan pagos en bitcoins.
«He escuchado a personas de todo el mundo, seguidores del culto de la bitcoin, que dicen que cambiarán todas sus compras a Overstock.com», sostuvo Byrne a la televisora KUTV de Salt Lake City, afiliada a la cadena CBS.
Los usuarios de bitcoins compran el dinero digital y lo cargan en una billetera virtual para comprar cosas en línea sin tener que introducir su información de tarjeta de crédito.
A diferencia del dinero emitido por los gobiernos, el valor de la bitcoin fluctúa rápidamente. Para protegerse, Overstock usa un intermediario de bitcoins que intercambia inmediatamente las monedas digitales a dólares.
Overstock comenzó a aceptar la moneda virtual el 9 de enero y Byrne dijo que la compañía recaudó casi de inmediato 100.000 dólares en pedidos pagados con bitcoins.
«Vas a ver que Amazon se lanzará también. Verás otras grandes empresas. Tienen que hacerlo, porque no pueden dejarnos todo este pedazo del mercado a nosotros», dijo Byrne.
La portavoz de Amazon.com Inc. Julie Law dijo el lunes que la compañía no acepta bitcoins y que no tiene planes de hacerlo.
La cibermoneda ha existido desde hace años, pero como una especie de rareza de internet, y entre sus partidarios hay libertarios amantes de la tecnología, frikis de las divisas y especuladores en línea. Sin embargo, su aceptación creciente la está acercando al uso corriente. Las bitcoins son creadas, distribuidas y autentificadas independientemente de cualquier banco o gobierno.
Las características de cifrado de la moneda hacen que sea prácticamente inmune a la falsificación y según sus promotores, su anonimato relativo permite transferir dinero a través de internet sin necesidad de la intervención de los gobiernos.
La pieza clave del sistema es una red de «mineros», usuarios de computadoras de alta gama que abastecen la red de bitcoins con la potencia de procesamiento necesaria para mantener un recuento actualizado y transparente de todas las transacciones. Ese recuento es clave para que el sistema evite los fraudes y a los mineros se les paga con una ración ocasional de bitcoins recién creadas.