Honestamente hablando no es que los informes que han rendido los presidentes anualmente en el pasado hayan sido objeto de escrutinio por la opinión pública ni, mucho menos, de análisis por los diputados a los que se rinde el informe en representación del pueblo, pero mal que bien algo se discute siempre para validar las afirmaciones, muchas veces exageradas y fantasiosas, de los gobernantes que describen un país de ensueño, producto sin duda de las letanías que diariamente escuchan los gobernantes del coro de aduladores que les rodean.
Pero pocos han tenido tan escasa repercusión como el que presentó esta semana el presidente Otto Pérez Molina, puesto que coincidió la presentación con el incidente en el que la Vicepresidenta resultó bañada en un polvo blanco que primero fue identificado como harina y que luego el INACIF calificó como abrasiva cal. Y desde ese instante todo el debate político ha girado y seguirá girando alrededor de los sucesos en el Teatro Nacional, con las inculpaciones mutuas que se hacen el oficialismo y el principal partido de oposición, quedando sin validar los apuntes presentados por el Presidente en temas tan trascendentes para la ciudadanía como pueden ser la lucha contra la inseguridad ciudadana, el combate a la desnutrición que lastra a nuestra niñez y en consecuencia a nuestra sociedad, y el cacareado plan de lucha por la transparencia.
Obviamente los medios de comunicación no podíamos dejar de informar del incidente en el que dos jovencitas lanzaron la blanca sustancia a la Vicepresidenta de la República y tampoco de los ataques que surgieron entre los partidos políticos PP y Líder, pero con todo y lo importante que es para la gobernabilidad esclarecer los hechos y el papel cuestionable de la SAAS, los otros asuntos son importantes y es preciso que la ciudadanía sepa con precisión cuál fue el grado de exactitud de las afirmaciones del mandatario en la presentación de su informe. Se trató de un manejo de estadísticas realizado con alguna habilidad, como la de presentar los datos de violencia limitados a ciertos departamentos y municipios, entre ellos el de la capital, pero sin mayor referencia al dato global del país en el que no hubo avances. En el tema de la desnutrición está visto que los técnicos de salud usan el recurso técnico de negar las muertes por desnutrición dado que lo que mata son complicaciones derivadas del mal y no la desnutrición en forma directa.
En fin, detalles de ese tipo son los que requieren verificación de expertos que ojalá se produzca.
Minutero:
Con un buen pusho de cal
se sofocan todos los fuegos;
resulta que sirve, igual,
para olvidar los trasiegos