¡Sin duda que Mario Camposeco, El caballero del deporte, se quedó horrorizado y de seguro se sobresaltó en su tumba (donde descansa en paz), para protestar por el “cariñoso bautizo de bienvenida” que ocho salvajes jugadores de la actual plantilla de su querido XELAJÚ, M.C., dieron al adolescente futbolista Humberto Ramírez, hijo de la señora Elsie Ramírez, una madre ejemplar que supo criar a su hijo y apoyarlo en la práctica del deporte del futbol; aunque, en este caso de agresión, lo defiende sola, pues el padre biológico no ha aparecido; sin embargo, ahora ya cuenta con dos valiosos querellantes adhesivos. ¡Adelante doña Elsie, para que se haga justicia a su hijo Humberto Ramírez!
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¡Es repugnante e indignante la actitud vandálica de ocho futbolistas del glorioso equipo Xelajú, M.C.: Kevin Eduardo Arriola, José Alberto Mendoza, Edgar David Chinchilla, Julio Francisco Estacuy, Milton Gary Leal, Juliano Rangel de Andrade, Israel Silva Matos de Souza y Sergio Fernando Morales, quienes le propinaron una golpiza cruel al joven Humberto Ramírez, de tan solo 15 años de edad, quien había sido invitado a una práctica del equipo el día jueves 19 de diciembre de 2013, en el Estadio que honra el nombre del destacado futbolista nacional Mario Camposeco, conocido como el Caballero del deporte, debido a su comportamiento respetuoso, educado, caballeroso y cortés tanto en el terreno de juego como en su vida social y familiar. Se sabe que la persona que propició el bautizo que terminó en violencia fue el utilero del Xelajú, William Oroxom, quien se encuentra sujeto a proceso penal como cómplice de los hechos. Se considera que el entrenador Trujillo, es cómplice, también, por no haber tenido el carácter y el don de mando para detener la salvaje agresión en contra del joven futbolista que por sus cualidades seguro que le espera un futuro promisorio en el futbol, puesto que se limitó a declarar que lo tomó como una diversión, un entretenimiento entre los muchachos ¡Qué decepcionante actitud del responsable del orden, el respeto mutuo y la disciplina en el equipo!
Es urgente reglamentar la prohibición de los mal llamados BAUTIZOS (que se escudan bajo la apariencia de brindar una “cálida bienvenida a los nuevos”, cuando solo se trata de convertir a los nuevos en víctimas de verdugos despreciables, dispuestos a propinarles una brutal embestida como bestias sedientas de odio, resentimiento y venganza. Se trata de una sacudida inclemente hacia personas inocentes que en nada han molestado, faltado o agredido a los verdugos, quienes se preparan para darles una supuesta bienvenida), digo supuesta bienvenida, porque solo se trata de actos detestables y al margen de la ley, permitiendo que individuos resentidos, psicópatas, violentos, cobardes, idiotas e imbéciles den rienda suelta a sus personalidades desquiciadas, pervertidas, criminales, antisociales y bestiales para ensañarse con personas inocentes que nada les deben, que nada les han hecho y que ni siquiera les conocen. En realidad, quienes han sido vejados por los seres de las oscuras y sucias cloacas son personas que viven con sus ilusiones, con sus sueños y esperanzas, sin más intereses personales, que ir detrás de las grandes satisfacciones en la búsqueda de un espacio para lograr su propia subsistencia, para satisfacer alguna necesidad, para alcanzar sus deseos de superación o para hacer realidad sus objetivos y metas, su visión y su misión, todo con el propósito de poder ingresar a una escuela, un instituto, un colegio, la universidad, un equipo deportivo, una empresa o institución, o para tener una participación en grupos organizados: sociales, culturales, deportivos o académicos.
Dicen que la justicia debe ser pronta y cumplida, sin embargo yo digo que no debe ser solo eso sino ¡pronta, cumplida y pareja!, porque como dicen, hay delincuentes de cuello blanco y este es el caso de los futbolistas agresores de un joven que fue llamado por la posibilidad de integrarse al equipo mayor del Xelajú, M.C. ¿Por qué lo decimos? Pues, lo decimos, porque un equipo de tradición como el Xelajú, M.C. tiene una fuerte potencia de arrastre por ser toda una institución, por su prestigio, por sus triunfos y por el apoyo de su gran afición. Claro, que no todos son aficionados, puesto que una considerable cantidad SON FANÁTICOS, es decir que son grupos que generan fuertes presiones en la sociedad a la que pertenecen, máxime en este caso que se trata de sociedades muy tradicionales y cerradas en sus patrones sociales y culturales, donde el caso de estos ocho jugadores que han tenido una participación importante en los logros del equipo, despierta un malentendido sentimiento de ciega solidaridad, capaz de verlos como héroes intocables a pesar de haber tenido una conducta inaceptable que los llevó a cometer delitos penados por la ley, haciéndose acreedores a una sentencia por haber observado una conducta delincuencial. Sin embargo, un juez de primera instancia de Quetzaltenango, Félix Magdiel Sontay, los dejó libres bajo una fianza de tan solo Q5,000.00 cuando que, dada la gravedad de los hechos, tenían que haber ido a prisión, o que la fianza hubiese sido de por lo menos Q50,000.00, es decir, algo que pesara como una sanción adecuada. ¿No lo creen?
(CONTINUARÁ)