Las principales bolsas europeas se enderezaban hoy y generaban anticuerpos frente al efecto dominó que el desplome de ayer en Wall Street tuvo sobre las plazas asiáticas, temerosas de acusar los infortunios que acumula la economía estadounidense.
Todo parece haberse quedado en un buen susto para Europa, después de que ayer la bolsa de Nueva York sufriera una de las caídas más fuertes del año, tan sólo una semana después de haber batido un récord histórico. Los inversores temían que la crisis en el sector inmobiliario norteamericano se contagie a toda la economía y los mercados financieros registren una contracción crediticia en Estados Unidos.
Hoy a mediodía (10H20 GMT) la bolsa de París, tras un repliegue moderado, levantaba cabeza, con una ganancia del 0,10%, secundada por la de Londres, que se recuperaba un 0,09%, Madrid (0,15%), Milán (0,33%) y Zurich (0,05%). Sólo Francfort seguía registrando pérdidas del 0,67%.
Estas variaciones poco tienen que ver ya con el mal trago del jueves, cuando sufrieron retrocesos del 3,15% en Londres, del 2,39% en Francfort, y del 2,78% en París, decepcionadas por los malos resultados inmobiliarios en Estados Unidos, donde las ventas de viviendas nuevas cayeron en junio un 22,3% interanual.
En cambio el retroceso del jueves en el índice Dow Jones, que perdió un 2,26%, mientras el composite del Nasdaq cedía otro 1,84%, se dejó sentir mucho más en las bolsas de Asia, que aún siguen bajo los efectos del golpe.
En Tokio, el Nikkei se desplomó un 2,36% el viernes.
Además de los malos resultados inmobiliarios en Estados Unidos, la reciente apreciación del yen respecto al dólar y los temores de crisis política en Japón tras las elecciones al Senado del domingo desmoralizaron a los inversores de la bolsa de Tokio, estimaron varios corredores bursátiles.
La bolsa de Tokio ha bajado a pesar de que «nadie sabe aún de forma clara el impacto que pueden tener sobre la economía japonesa los problemas de préstamos inmobiliarios en Estados Unidos», explicó Masahiko Sato, de Nomura Securities.
El Nikkei arrastró con él a la baja las plazas financieras de Taipei, Manila, Wellington y Sídney.
De todas formas, tanto las europeas como las asiáticas se resistían a bajar la guardia este viernes y se mantenían expectantes ante la próxima publicación de una serie de indicadores estadounidenses importantes.
Y es que los inversores esperan la publicación en Estados Unidos de la primera estimación del Producto Interior Bruto en el segundo trimestre, a las 14H30 (12H30 GMT), y confían en conocer a las 16H00 (14H00 GMT) el índice de confianza definitivo establecido por la Universidad de Michigan para el mes de julio.
En Asia la preocupación es palpable.
Según Kazuhiro Takahasi, un dirigente de la casa de corretaje Daiwa Securities SMBC, los inversores temen que los malos resultados del mercado inmobiliario estadounidense se extiendan al mundo entero.
«Los inversores tardarán alrededor de un mes en asegurarse de que el problema no afecta a la totalidad de la economía mundial, que debía crecer de forma sólida hasta el próximo año. Es poco probable que los mercados se recuperen rápidamente después de semejante caída», dice.