El dólar informal (ilegal) subió hoy 30 centavos y cerró a 11,25 pesos, un 2,74 por ciento por encima que el día anterior, en medio de un contexto de devaluación en el que la cotización oficial de la moneda norteamericana también continuó su alza hasta los 6,75 pesos, marcando un máximo histórico.
«Hay muchos pesos sin destino y se van al dólar, no hay que olvidarse que el (Banco) Central emitió 40 mil millones (de pesos) sólo en diciembre, y no se sabe si absorberá el exceso y cuándo; lo que espera el mercado es mayor emisión en el mediano plazo», dijo a la agencia de noticias DyN un operador de cambio de Buenos Aires.
De esta manera, el dólar marginal anotó una ganancia de 12,50 por ciento en la primera quincena de enero y mantuvo una brecha superior al 60 por ciento respecto del oficial.
«La devaluación del peso en diciembre fue de 4,80 por ciento mensual -75 por ciento anualizado-, y en enero apunta a una devaluación aun mayor», indicó la consultora Econométrica.
Las reservas internacionales del Banco Central de la República Argentina (BCRA) cedieron el martes 82 millones de dólares a 30.019 millones, una merma de 1,90 por ciento ó 580 millones en las primeras nueve ruedas de enero, a un promedio de 64 millones por día.
El ex presidente del BCRA Aldo Pignanelli advirtió que el valor del dólar paralelo continuará en ascenso porque «va a ir acompañando a la inflación».
«El dólar va a ir acompañando a la inflación. Si el dólar blue (informal) cerró a 10 pesos a fin de año, y la inflación va a ser arriba de 30 por ciento en 2014, a fin de año te va a dar arriba de 13 pesos el dolar (paralelo)», analizó el economista, crítico con el gobierno, sobre el que dijo que «no sabe donde está parado, no sabe por donde salir, tienen conceptos teóricos que están fuera de uso».
La inflación argentina en 2013 fue de 10,9 por ciento, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), en contraste con el 28,3 por ciento que calcularon las consultoras privadas.
Pignanelli consideró que «hay tres herramientas» que el gobierno debería adoptar: bajar el gasto público, reducir la emisión monetaria y acceder nuevamente a crédito externo.