Sorprenden las grandes paredes blanqueadas que se observan desde lejos en medio de la verde campiña. Deleita a la vista la impresionante construcción que se cobija entre los pliegues de la serranía. Hoy día contamos con avanzada tecnología y logística para grandes construcciones, y aun así nos admiramos de cómo pudieron levantar este templo en una época en que no había maquinarias ni grúas ni se usaba hierro y en un pequeño pueblo alejado de la capital, habitado por campesinos sencillos dedicados al cultivo de algodón y maíz.
Construido cuando no había otro medio de transporte que los caballos, las recuas de mulas y las carretas de bueyes. ¿Cómo se las ingeniaron para levantar esa obra monumental? ¿Cuánto material utilizaron? y ¿Por qué decidieron las autoridades levantar ese gran edificio en medio de la sierra? Los planos ¿los elaboraron aquí o vinieron de España? En otro orden de ideas cabe preguntar si la imagen sacra dio paso al templo o el templo hizo famosa la imagen.
Es fácil imaginar el asombro de los pobladores cuando en 1740 se delimitó el perímetro de la plataforma de cerca de 100 metros de largo por 50 metros de ancho, esto viene a mayor área de un campo grande de futbol. ¿Para qué querrán esta obra tan grande? Hoy día la población de Esquipulas, según el censo de 2002, es de 41 mil 476 habitantes. ¿Qué población tendría en trazo de la construcción? Luego se excavaron los cimientos y paredes de 60 metros de largo por 30 de ancho y en los extremos se levantan 4 torres de campanario de 50 metros de altura –único caso en toda América–.
Los españoles ingresaron desde México en 1521. Después Alvarado envió una expedición que conquistó la provincia de Chiquimula de la Sierra en 1525. Los pobladores eran descendientes de los tributarios mayas que habitaron Copán. Algunos estudiosos afirman que ese mismo lugar era centro de peregrinación de los pobladores donde veneraban al dios de la guerra. En todo caso era un valle fértil con nacimientos de agua; de allí que los distintos nombres que se atribuyen a Yzquipulas: Valle florido; lugar de nacimientos. Cerca de 1553 se fundó la villa de Yzquipulas y se desarrolló como un punto de comercio; se edificó una pequeña ermita, una guarnición militar y un convento en un cerrito cercano a la villa.
Para fomentar la devoción de la población se encargó al maestro Quirio Cataño –quien tenía su prestigioso taller en La Antigua— que esculpiera la figura en madera de Cristo crucificado. La imagen fue entregada en 1595 y desde el principio se le atribuyeron prodigiosos milagros. Por lo mismo creció el número de devotos y para atenderlos se construyó en 1682 una iglesia, la actual Parroquia de Santiago. Pero como cada año aumentaba el flujo de peregrinos, el Obispo de Guatemala, encomendó en 1740 la construcción del templo mayor a los arquitectos Porres, constructores de varios templos en La Antigua. Concluyó la obra en 1759. En ese entonces no había ninguna construcción significativa en la actual ciudad capital que era un valle de pastoreo (Valle de las Vacas) y en la entonces capital, La Antigua, solo rivalizaban el templo de San Francisco y de La Merced. Los terremotos de Santa Marta, de 1773, que acabaron con La Antigua afectaron al templo que entonces tenía 14 años de concluida.
PD: Acuérdate de tu Guatemala Señor de Esquipulas.