El próximo 13 de enero se cumplen 43 años del asesinato del renombrado líder Adolfo Mijangos. En toda la América Central se están construyendo alternativas a la visión neoliberal y es entonces cuando bien vale la pena escudriñar en el pensamiento de gente con una visión que fue truncada por las mentes cavernícolas que gobernaron a lo largo de la década de los setenta y mediados de los ochenta.
¿Cómo pensaba Fito Mijangos?: guardo como un tesoro una publicación de la Comisión de Propaganda y Relaciones Públicas del Frente Unido de la Revolución –FUR–, de fecha 1977, que Meme Colom, con su puño y letra me la dedicó, y que lleva como título “Testimonios para la Historia”.
En la misma se hace un recuento de la lucha de los jóvenes democráticos en la convulsa década de los sesenta, su llamado al “compromiso de paz”, y se hace un resumen del documento en el que participó Fito, titulado “Bases para el Desarrollo Económico Social de Guatemala”, que afortunadamente ha sido reeditado en 2013, gracias al esfuerzo loable de Jaime Barrios Carrillo.
Como se observa en dicho pensamiento, líderes de tendencia socialdemócrata venían advirtiendo sobre las rigideces existentes en diversos temas sectoriales. Recordemos primeramente que Mijangos estudió Derecho Agrario en Europa, y de lo agrario pasa a lo político, en virtud de que este factor es la causa de la desigual estructura agraria guatemalteca.
Los jóvenes líderes de ese tiempo evocan una nueva literatura sobre la necesaria planificación económica y puntualizan en la existencia del Consejo Nacional de Planificación Económica, proponiendo nuevos patrones de planificación.
En 1970, el URD gana las elecciones de alcalde de la capital con Manuel Colom al frente, mientras que el doctor Adolfo Mijangos es electo diputado, en una coalición parlamentaria con la Democracia Cristiana.
El pensamiento que Meme y Fito llevan a la acción se basa en un diagnóstico que engloba criterios como el siguiente: “Nuestro país sufre una crisis estructural como resultado del ejercicio del poder por minorías convertidas en oligarquía poderosa, que se ha opuesto al cambio social y al mejoramiento económico, utilizando como arma de contención, para eternizarse en el poder, la represión política”.
Los diez compromisos que ofrecen en sus “Bases para el Desarrollo” son: libertad y oportunidad de trabajo; independencia económica y política del país; tierra para el campesino; abaratamiento del costo de la vida; educación y cultura para el pueblo; casa y salud para las familias guatemaltecas; fortalecimiento económico de los gobiernos locales; protección y fomento de la industria nacional; explotación racional de los recursos naturales nacionales; eficacia, honradez y austeridad administrativa.
Ellos no hablaron pajas: Fito en el parlamento y Meme en la Municipalidad pasaron a la acción y no fueron tan sólo hombres de hablar pulido (que dicho sea de paso tanta falta hacen en este momento), sino además de todo eso, irradiaban carisma y respeto por donde pasaban, y estaban fuera del prototipo de “hombre mediocre” que hoy puebla los escenarios de la alta toma de decisiones.
Fito y Meme hasta entraron a propuestas de política monetaria y macroeconómica, hablando de fomento del crédito y de otros temas que hoy están a la orden del día en la región, en donde son urgentes las alternativas pos neoliberales.