Las autoridades del Canal de Panamá dijeron ayer que recurrirán a todas las medidas posibles para asegurar que se terminen los trabajos de ampliación de la vía interoceánica si el consorcio que ganó la licitación insiste en suspender o abandonar la obra.
La ampliación, que busca duplicar la capacidad del canal y permitir el paso de barcos de mayor tamaño, ya sufre atrasos, y su conclusión fue reprogramada hace poco para junio de 2015. Los trabajos en general tienen un avance de 72%, mientras que la construcción de las nuevas esclusas tiene un 65%, informaron las autoridades ayer.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) confía en que el contratista tenga la capacidad de cumplir con los compromisos pactados, dijo la entidad en un comunicado. «De no ser así, la ACP pondrá en acción los mecanismos del contrato que le permiten completar la obra».
El contrato establece fianzas y seguros que la entidad puede solicitar para culminar la expansión de la vía interoceánica, por la que atraviesa el 5% del comercio marítimo mundial, y que tiene a Estados Unidos y China como sus dos principales usuarios.
El administrador del canal, Jorge Quijano, ha dicho que el canal cuenta con «amplitud» financiera para terminar lo que resta de la obra.
El Grupo Unidos por el Canal amenazó con suspender los trabajos a partir del 20 de enero por problemas financieros. Exige un acuerdo a reclamos por costos extraordinarios que estima en 1.600 millones de dólares, lo que elevaría en un 50% el costo original de las nuevas esclusas. El costo total de la ampliación se estimó en 5.250 millones de dólares.