Bastó que Carmelo Anthony volviera a la alineación para que los Knicks enderezaran la nave y sorprendieran a los Spurs.
Anthony totalizó 27 puntos y 12 rebotes en su regreso tras una lesión, mientras que Iman Shumpert impuso la mejor marca en su carrera con 27 unidades, para que Nueva York se impusiera el jueves a San Antonio, por 105-101.
«El esfuerzo fue grande, lo mismo que la energía desplegada», dijo Anthony. «Jugamos este partido como queríamos».
Dos días después de apabullar a los Nets de Brooklyn, los Spurs esperaban un paseo similar frente a otro desmadejado equipo neoyorquino. Los Knicks han debido soportar lesiones, errores defensivos, actitudes egoístas al ataque y la incapacidad de cumplir con las expectativas.
Pero de pronto parecieron cambiados.
Amare Stoudemire añadió 11 puntos, mientras que Beno Udrih y el italiano Andrea Bargnani aportaron 10 cada uno por Nueva York (10-21), que salió así de una racha de tres derrotas consecutivas.
Otro italiano, Marco Belinelli, anotó 32 puntos, su mayor cifra de por vida, pero falló un par de triples en el último minuto por San Antonio (25-8). El francés Tony Parker sumó 12 unidades y el argentino Manu Ginóbili agregó 11, además de repartir 12 asistencias.
Ginóbili jugó 28:24 minutos, en los que sumó también dos rebotes y un par de faltas. El brasileño Tiago Splitter totalizó seis unidades, cinco rebotes, una asistencia y dos faltas en 19:12 minutos.
Los Spurs cayeron a una foja de 12-5 como locales en esta temporada. Estaban metidos en una racha general de tres triunfos consecutivos, pero simplemente no pudieron anular a Anthony ni a Shumpert.
«No vi la agresividad ni la pasión que observé en el partido contra los Knicks», dijo el entrenador de San Antonio, Gregg Popovich. «Ellos desearon más el triunfo que nosotros, y éste es el resultado».
Quizás lo único que ocurrió es que un capricho de la suerte quiso que hubiera sorpresas el jueves.
El brasileño Anderson Varejao encestó dos tiros cruciales en tiempo extra y empató una marca de la franquicia con 25 rebotes —la mayor cifra en su carrera— para guiar a los Cavaliers de Cleveland a una victoria inesperada por 87-81 sobre el Magic de Orlando.
Los Cavaliers rompieron una racha de seis derrotas consecutivas —su más larga de la temporada— a pesar de que no contaron con su base estelar Kyrie Irving, quien se perdió su primer partido de la campaña debido a una contusión en la rodilla izquierda. Irving promedia 22,2 puntos, la mayor cifra en el equipo.
Orlando no pudo mantener una ventaja de 10 unidades en el cuarto período y Cleveland empató el duelo con un disparo a una mano de Dion Waiters cuando restaban seis centésimas de segundo al tiempo regular.
La canasta de Varejao, a 2:07 minutos de que concluyera el tiempo extra, puso a Cleveland adelante por 83-81. El jugador sudamericano agregó otro enceste con 1:34 minutos por jugar y dos tiros libres con 23,9 segundos para terminar con 18 puntos. Acertó ocho de 17 tiros de campo y dos de cuatro tiros libres en 39:24 minutos, con tres asistencias.
«Todavía no entiendo cómo ganamos», dijo Varejao. «Fue una locura, pero bienvenida sea».
También el jueves, los Warriors de Golden State vencieron 123-114 al Heat de Miami para ampliar a siete triunfos seguidos su racha, la mejor que está vigente en la NBA.
En otros partidos, los Nets de Brooklyn superaron 95-93 al Thunder de Oklahoma City con un tiro agónico de Joe Johnson; los Bulls de Chicago doblegaron 94-82 a los Celtics de Boston para desbancarlos del octavo lugar de la Conferencia del Este, y los Trail Blazers de Portland trituraron 134-104 a los Bobcats de Charlotte, mediante 21 triples.
Además, el Jazz de Utah se impuso 96-87 a los Bucks de Milwaukee, y los Grizzlies de Memphis vencieron 99-91 a los Suns de Phoenix.