Tras su reelección, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, comenzó este año con mucho optimismo. Había llegado el momento de convertir en históricas sus grandes reformas. Además confiaba en que los republicanos dejarían de ponerle cortapisas.
Pero lo que sucedió ha sido para Obama todo un fracaso, que marcará el resto de legislatura. Y ni siquiera el reciente éxito en las negociaciones nucleares con Irán puede levantar algo los ánimos. Además, los fracasos en la política interior tampoco lo pondrán fácil de cara a las elecciones para el Congreso de 2014.
Desde el punto de vista político, Obama está acabado para muchos, que lo consideran un «lame duck», un pato cojo, que ya no podrá culminar ningún gran plan. Y eso no es obra en solitario de la intransigente oposición de los republicanos. Hasta los menos críticos estiman que Obama no se ha preocupado lo suficiente de poner en práctica sus ideas y parece que evita el enfrentamiento en el Congreso.
A continuación los mayores fracasos de Obama:
REFORMA SANITARIA: El «Obamacare» es la principal y más importante reforma del presidente y se ha convertido en el mayor desastre de su mandato. El 1 de octubre tenía que arrancar el proyecto para dotar a millones de estadounidenses que no contaban con un seguro médico con uno a precio económico que se contrataría online. Sin embargo la iniciativa fracasó debido a fallos técnicos en la página web del gobierno. Obama se disculpó en varias ocasiones y así les sirvió en bandeja a los republicanos las críticas. Semanas después de que comenzara a funcionar no se habían solucionado los problemas.
INMIGRACIÓN: Más de once millones de inmigrantes viven actualmente en Estados Unidos sin tener su situación regularizada, pero sin esa mano de obra no se puede salir adelante. Obama convirtió su legalización en una prioridad. A los «ilegales» se les iba a dar el pasaporte estadounidense de forma paulatina. Pero los republicanos se opusieron frontalmente, a pesar de que muchos de ellos reconocen que es necesaria una reforma. Parece más que dudoso que se acabe aprobando la reforma en los tres años de gobierno que le quedan.
LEY SOBRE EL CONTROL DE ARMAS: Tras el impacto de la masacre de Newton con 26 muertos, Obama tomó la iniciativa. Aseguró con aplomo que no había nada más importante que la protección de los niños. Se trataba también de aprovechar el estado de ánimo de los estadounidenses para endurecer la ley. Se quiso prohibir la venta libre de las armas de asalto especialmente peligrosas e investigar a fondo a los compradores de armas, pero el Congreso se opuso y en lugar de luchar, Obama dejó que la iniciativa se hundiera.
FINANZAS: En la segunda mitad del año, la mayor economía del mundo estuvo a punto de declararse insolvente. El gobierno y los republicanos volvieron a enfrentarse. La oposición bloqueó la aprobación de los presupuestos y durante dos semanas hubo un parón de la administración, los edificios gubernamentales estuvieron cerrados y los funcionarios tuvieron vacaciones forzadas. Además la polémica por la subida del techo de la deuda llevó a Estados Unidos al borde del impago. Se consiguió superar el problema en el último minuto.
ESCÁNDALO ESPIONAJE NSA: La revelación de que se espió a varios jefes de Estado desató una crisis de confianza, Obama sostuvo hace unas semanas. También otros países de la Unión Europea y del continente americano se han enojado por la interceptación de millones de datos de Internet. Obama reaccionó con poca decisión. Prometió esclarecerlo todo, pero no hubo críticas a los métodos de escucha. Por ahora sigue sin llegar una explicación.
GUANTÁNAMO: De nuevo Obama volvió a subrayar su objetivo de la campaña electoral de 2008: cerrar la prisión de Guantánamo, criticada en todo el mundo. Pero igual que antes siguen allí presos 164 supuestamente terroristas, la mayoría de ellos encerrados desde hace varios años sin juicio y sin que se hayan presentado cargos. En algunos momentos unos 100 reos llegaron a estar en huelga de hambre. Obama no ha conseguido una normativa para un traspaso de presos al continente. Los republicanos se oponen radicalmente. Tampoco se ha conseguido su traslado al extranjero.
SIRIA: Después de que el régimen de Damasco usara de nuevo armas químicas, Estados Unidos se preparó para una intervención militar. Se enviaron barcos de guerra a la costa con Siria, se movilizaron los aliados y Obama parecía decidido a un ataque con misiles. Pero entonces surgió la oposición en el Congreso y Obama se vio ante un dilema. Tan sólo una iniciativa diplomática de Moscú le salvó de un posible fracaso. El ataque quedó desactivado, pero los aliados se irritaron. Y sobre todo Obama ha visto como quedaba atrapado por sus propias palabras, pues declaró que el uso de gas tóxico era una «línea roja» que no se podía cruzar.