Un imperativo de fin de año


EDUardo-Blandon-2013

 Como todos los años, llegamos al final de un ciclo en nuestro calendario y como las circunstancias lo exigen, es obligado hacer un alto para ver hacia atrás, sin perder de vista el futuro.  Es importante darse tiempo porque el examen del pasado es vital para hacer mejor las cosas y encaminarnos por el sendero adecuado.

Eduardo Blandón


Se trata de una especie de examen de conciencia por la que el espíritu aprehende lo realizado y con ojo crítico evalúa lo importante y desecha lo vano.  Sin esta parada obligatoria, podríamos condenarnos a la repetición de lo mismo, de conformidad con nuestra tendencia natural a acomodarnos y perdernos en el camino.

Extraviarse es fácil.  La cotidianidad nos absorbe y nuestra levedad encuentra su bienestar.  El desafío consiste en mantenerse a la altura para alcanzar lo que los cristianos llaman “la vocación a la que hemos sido llamados”.  Ese objetivo exige disciplina y cuidado, ejercicio constante, sabiduría, sensatez.  Muy lejos de la trivialidad que imponen los días.

Por ello, las fechas son importantes.  Son un respiro, la tregua que necesita la humanidad para purificarse. Contaminados por la polución que afecta los pulmones vitales, bocanadas de aire puro ayudan a la regeneración de las células.   Desaprovechar el momento es condenarse a la infelicidad y a la larga, a la muerte.

Y no es raro ver zombis por las calles.  Sujetos que no se dan vacación, brutos vitales cuya insensatez consiste en la falta de comprensión de la vida.  Para ellos, existir es atosigarse, vivir sin parar, sin ánimos de reflexión, siempre “jalando la carreta”.  Dicen ser felices, mientras su desgracia se va esparciendo a su alrededor. 

De aquí que aprovechar estas fechas de fin de año son una especie de imperativo vital, un enriquecimiento de beneficio común.  Nadie debería poder eximirse de este ejercicio espiritual so pena del maleficio social.  Debería haber un decreto que obligue a las personas al retiro para el balance de los días y el reordenamiento de la vida.  Quizá de esto dependa la felicidad inmediata del año que viene.
 
Con estas ideas, pido a Dios bendiciones para usted y mis mejores deseos para que el próximo 2014 sea de mucho provecho para su vida y las personas que lo rodean.  Salud.