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“Pero lo más importante pasa para que mejore la productividad del país creando empleos dignos y estables, ello derivaría en la disminución del empleo infantil”, dijo.

Sin embargo admitió que existe presión para fijar en 12 años la edad mínima del trabajo infantil en Bolivia.

Pero el convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en vigor desde 1997 y ratificado por Bolivia establece en 14 años la edad mínima de trabajo.

El nuevo Código del Niño, Niña y Adolescente está en pleno debate en la Asamblea Legislativa Plurinacional de Bolivia porque organizaciones de “niños trabajadores” piden disminuir la edad mínima y que el gobierno controle la explotación laboral.

“No se puede explotar al niño, pero a veces la necesidad te obliga a trabajar. Pero coincidimos que cuando uno trabaja desde niño tiene más conciencia social”, comentó el presidente Evo Morales.

El mandatario está de acuerdo en no prohibir el trabajo infantil y a menudo relata su experiencia personal porque a sus seis años trabajó de vendedor de helados en el norte de Argentina cuando su padre era zafrero de azúcar.

El Senado boliviano postergó para el próximo año el análisis del polémico código que fijará la edad mínima del empleo infantil.

Un estudio de la Defensoría del Pueblo estableció que al menos 850 mil niños y adolescentes trabajan en 87 oficios peligrosos (minería, zafras de azúcar y castaña) y 77 no son remunerados porque son trabajos que ayudan a la manutención de la familia.

“La magnitud, la elevada precaridad y la explotación laboral de niños, niñas y adolescentes en diferentes sectores de la economía de Bolivia es uno de los problemas más críticos del país”, advierte la oficina regional de Unicef en La Paz.

Agrega que en el sector minero los niños menores de 12 años trabajan a cambio de una porción de carga o de residuos de los que extraen mineral, mientras que los adolescentes pueden llegar a cobrar mensualmente 200 bolivianos (30 dólares).