China se encamina este año a registrar el crecimiento más débil desde los años 90. Según los pronósticos económicos, el gigante asiático crecerá este año sólo un 7.6 por ciento, según informó hoy la agencia de noticias Xinhua, que se remite a un documento del Consejo de Estado.
El dato queda por debajo del 7.7 por ciento alcanzado el año pasado y pasa a ser así la cifra de crecimiento más baja desde 1999.
Xu Shaoshi, de la Comisión de Desarrollo y Reformas NDRC, admitió: «No podemos negar la tendencia a remitir del crecimiento económico», señala la agencia Xinhua. En opinión de Xu, la economía mundial afronta muchas incertidumbres y los mercados internacionales no hay generado ninguna demanda fuerte. A su vez, los costes laborales siguen creciendo y los temas medioambientales en China se encuentran ante nuevos desafíos.
El crecimiento del 7.6 por ciento queda justo por encima del dato que había ofrecido el gobierno central. Pekín había pronosticado para este año un crecimiento del 7.5 por ciento. En el pasado, los pronósticos de Pekín eran tomados con cautela y en la mayoría de ocasiones eran superados.
A diferencia de años anteriores, en 2013 el gobierno no quiso impulsar el crecimiento con paquetes que estimulasen la inversión. Los expertos consideran que lo único que ha dado un ligero empujón en el tercer trimestre (donde el crecimiento fue de hasta el 7.8 por ciento) son las medidas que se tomaron para impulsar la coyuntura.
Pekín volvió a inyectar dinero en la economía a través de los proyectos ferroviarios y otras construcciones, pero por ahora se desconoce hasta qué punto el gobierno ha apoyado su economía en el último trimestre. Las cifras de crecimiento para el último tramo de este año las dará a conocer en enero la correspondiente oficina de estadística.
La cúpula china se ha marcado como objetivo una profunda reforma estructural. A largo plazo Pekín no quiere depender tanto de las exportaciones y le gustaría que mejorar el consumo interno. Para ello habrá que aceptar cifras más bajas de crecimiento, algo que ya ha subrayado en varias ocasiones el primer ministro, Li Keqiang.
En comparación con el crecimiento mínimo que se registra en Europa y Estados Unidos, los datos de China son reseñables, aunque no destacan si se tiene en cuenta que se trata de un país emergente como China, que necesita ponerse a punto. Los expertos consideran que habrá que mantener el crecimiento entre el seis y el siete por ciento para crear puestos de trabajo y solucionar los problemas de desarrollo.