El ex presidente argentino Fernando de la Rúa (1999-2001) defendió hoy su absolución de los cargos por el supuesto pago de sobornos en el Senado para la aprobación de una ley en el año 2000, al asegurar que «es imposible que haya impunidad tras 12 años de juicio».
«La investigación se agotó. El fallo ha sido categórico», aseguró el exmandatario en entrevistas radiales.
«Pido respeto por el fallo, respeto a la Justicia y que no se creen de nuevo las mismas olas de rumores. Debemos respetar su afirmación de la verdad», urgió De la Rúa.
El expresidente volvió a insistir en que la denuncia en su contra fue parte de un complot que llevó a su renuncia a fines de 2001, a mitad de su mandato, en medio de una las más profundas crisis social, económica y política de las últimas décadas en Argentina.
«Todo fue una infamia. La denuncia, insisto, fue el inicio de un complot. Con una gran actitud de respeto a la Justicia, sufrí diez años de miserabilidad», declaró en una entrevista que publica hoy el diario «Clarín».
El ex presidente radical afirmó que espera «las disculpas de los que repitieron la infamia de (el ex secretario parlamentario Mario) Pontaquarto».
«El tribunal considera que el ex secretario parlamentario fue un embaucador. Esto fue el punto de partida de un complot. El complot tuvo varias etapas y distintos aprovechadores en cada una de ellas. Se pone de manifiesto que provocaron una crisis institucional primero y luego mi caída. Esta denuncia fue una pieza muy importante en el complot», señaló De la Rúa.
Consideró asimismo que la renuncia en el año 2000 de su entonces vicepresidente Carlos «Chacho» Alvarez «no es menor». «Es falso que renunció por este motivo de las supuestas coimas», subrayó.
«Mi ex ministro de Trabajo (Alberto) Flamarique dijo que era un plan para debilitar al presidente y yo lo comparto», afirmó De la Rúa.
El Tribunal Oral Nro. 3 de Buenos Aires absolvió este lunes a De la Rúa y los otros siete acusados en la causa por el supuesto pago de sobornos en el Senado para la aprobación de la Ley de Flexibilización Laboral en 2000.
En el juicio oral, que comenzó el 14 de agosto de 2012, el ex jefe de Estado fue acusado de ordenar el pago de sobornos a senadores opositores por cinco millones de pesos (cinco millones de dólares entonces) para aprobar la ley laboral.
La fiscal Sabrina Namer había pedido seis años de cárcel para De la Rúa por el supuesto delito de «cohecho activo», mientras que la Oficina Anticorrupción, única querellante, solicitaba seis años y medio de prisión.
Entre los absueltos está el arrepentido Mario Pontaquarto, el ex secretario parlamentario que destapó el caso al confesar que él había pagado los sobornos con dinero de la entonces Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). La Justicia ordenó investigar cómo fue que llegó a declarar.
También fueron absueltos el ex ministro de Trabajo Flamarique, el exjefe de la Secretaría de Inteligencia Fernando de Santibañes y cuatro ex senadores peronistas y entonces opositores Alberto Tell, Augusto Alasino, Remo Constanzo y Ricardo Branda.
El fallo fue muy cuestionado por Pontaquarto, quien lo consideró «vergonzoso».
La ex diputada radical y ahora legisladora del frente de centroizquierda UNEN Elisa Carrió aseguró que la absolución de los acusados «equivale a negar lo que era evidente: que las coimas (sobornos) existieron». «La absolución lleva nuevamente impunidad a la corporación política peronista-radical», aseveró.
El líder sindical Hugo Moyano, quien fue otro de los denunciantes de este escándalo, señaló en tanto que el fallo judicial «confirma que hay un pacto de impunidad para el futuro». «La presencia de De la Rúa en la Casa Rosada hace unos días (para los festejos por los 30 años de democracia) estaba mostrando claramente que algo había detrás de todo esto. Acordaron impunidad para ahora y para el futuro (…) con parte del kirchnerismo», declaró Moyano a «Clarín».