España rechaza complejo de juego Eurovegas


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España no albergará el primer complejo de juego y ocio estilo Las Vegas en suelo europeo. El gobierno calificó el viernes de «inasumibles» las condiciones de la empresa estadounidense Las Vegas Sands Corp., que en 2012 anunció una inversión multimillonaria en Madrid para la construcción del llamado Eurovegas.

Por JORGE SAINZ MADRID /Agencia AP

Según la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la compañía exigió leyes para restringir la entrada de competidores, beneficios fiscales y compensaciones económicas ante futuros cambios legislativos. «Esas condiciones no eran asumibles y no tienen encaje ni en el derecho español ni en el derecho comunitario (europeo)», dijo Sáenz de Santamaría.

«El gobierno tiene la responsabilidad de atraer a España la inversión extranjera, la mayor que sea posible, pero también tiene la obligación de preservar los intereses generales de todos los españoles», añadió.

Sands, presidida por el magnate estadounidense del juego Sheldon Adelson, dijo en un escueto comunicado que el proyecto ya no entraba en los planes de desarrollo de la compañía y que concentraría sus esfuerzos en Asia.

Sands gestiona casinos en Las Vegas, Macao (China) y Singapur.

La empresa de Adelson aseguró que el complejo español, cuyas maquetas llegaron a presentarse, contemplaba una inversión de 30.000 millones de dólares para construir 12 hoteles, seis casinos, un centro de convenciones, tres campos de golf, salas de espectáculos, zonas comerciales, teatros, bares y restaurantes.

Eurovegas tenía previsto establecerse en un solar equivalente a 1.000 canchas de fútbol en Alcorcón, un municipio de clase media del cinturón sur de Madrid. El proyecto no despertaba simpatías en amplios sectores de la población, pero prometía la creación de 260.000 puestos de trabajo en un país ahogado en la recesión y con un desempleo de 26%.

Los sindicatos mayoritarios de izquierdas, que siempre se opusieron al plan, celebraron la decisión. En su opinión, Eurovegas sólo crearía empleo de baja calidad.

«La cultura y las costumbres europeas y españolas respecto al juego poco tienen que ver respecto al de su matriz en Estados Unidos o las inversiones que tiene en el suroeste asiático o en otras zonas», señaló Toni Ferrer, de la Unión General de Trabajadores.

Europa no cuenta con un espacio similar a Las Vegas. En España, donde el juego es legal, hay salas de bingo, casas de apuestas deportivas y muy pocos casinos, sólo en grandes ciudades y asociados a un tipo de cliente elitista y adinerado.

El proyecto español quería romper esa tradición y convertirse en una opción de ocio masificada y popular como en Las Vegas.