Es la hora de actuar finalmente


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Tarde a tarde leo casi sin parpadear en el vespertino Diario La Hora, hace mucho tiempo atrás, una página completa que publica ininterrumpidamente dicho medio escrito. Justo al final enfatiza con el llamamiento o excitativa pública utilizando la expresión categóricamente, ajena a dobleces de ninguna índole, misma que me tomé la libertad de encabezamiento a mi columna.

Juan de Dios Rojas


Tuve el impulso de darle la atención,  análisis debido,  junto a su interiorización talvez tardía.  Empero jamás de los jamases pierde que el lector asuma y reafirme uno a uno de los mismos el fondo y trascendencia que implican por igual los diversos mensajes valientes,  claros, concisos y del momento;  ganan a pulso letra por letra a simple vista y la meditación.

Abarca mediante técnicas periodísticas hoy en día acaparadoras de ingresar, al instante en lo profundo del Caletre. Toca cada lista de problemática imperante y no deja en blanco cada situación rumbo a tener dimensiones alarmantes.  Insiste de verdad sobre el diario acontecer, urgido que salga a luz pública,  sea del conocimiento general tanta interrogante por atender.

Referente al presupuesto general de ingresos y egresos de la Nación, formula interrogantes oportunas si el aludido presupuesto servirá para fomentar más y más la corrupción. Pese a los endeudamientos ante entidades internacionales, prestamistas de cuello blanco terminarán ahorcándonos sin piedad alguna.  Concluyen haciendo el papel de judíos sin conciencia.

En torno a elegir a los representantes,  también la pregunta de rigor, siempre dura,  ajena a esconder la mano,  con su cuarto de espadas trata de abrir o agigantar las pupilas de la ciudadanía, invita a que los connacionales fiscalicemos de lleno a quienes logran una casilla principal y son elegidos. Eso concierne a nuestra obligación de verdad, nadie se amilane.

Exhorta a ver como se invierte en alimentación,  seguridad,  salud, educación y el combate a la pobreza; la decisión depende de los diputados. Con énfasis marca la página publicada día a día,  acontando el hecho de ser nuestra gorda obligación fiscalizarlos de principio a final. Y remata cotidianamente con el llamamiento siguiente: «Es la Hora de actuar enérgicamente.»

Nada escapa a la célebre página completa, con miras a orientar bien al lector y a la ciudadanía indecisa,  al margen de tantísimo tema conformante de una cadena visible por sus efectos,  sin embargo, mejor hacernos desentendidos, mientras las cosas adquieren visos o red en favor de los malandrines vestidos con traje de primera comunión, pero millonarios de un todo.

Repito el mensaje legible,  aleccionador y una muestra de cuánto hemos dejado pasar en blanco,  beneficiando a quienes de la política anticipada hasta el hartazgo.  Si actuamos podemos marcarle el alto a casos y cosas conformantes de entender a la ciudadanía, adormecida, pero con un letargo interminable y causa directa de estar como estamos de arruinados por completo.