Luego del proceso de unificación monetaria en Cuba, la única moneda de circulación en la isla será el peso cubano (CUP), informó ayer el vicepresidente Marino Murillo a los diputados reunidos en la última sesión del Parlamento.
«Todo el que tenga peso cubano convertible (CUC), tanto en los bancos como guardado en la casa, no va a perder capacidad financiera cuando se elimine la dualidad monetaria», sostuvo el funcionario según un reporte de Radio Reloj, emisora del gobierno de la isla.
Actualmente en Cuba están en vigencia tanto el CUP como el CUC. El primero equivale a 25 por dólar, mientras el segundo tiene paridad uno a uno con la moneda estadounidense. Según expertos, la dualidad de monedas en Cuba es uno de los principales problemas macroeconómicos del país.
Murillo rindió cuentas ante los 600 diputados de la Asamblea del Poder Popular, el Parlamento unicameral, que ayer tuvo su sesión plenaria, la segunda y última del año y que estuvo encabezada por el presidente Raúl Castro.
En los meses pasados, las autoridades informaron que habían dado comienzo al proceso de unificación, pero no hay un cronograma para eliminar la doble moneda, un fenómeno que comenzó en la década de 1990 como una forma de parar el impacto de una fuerte crisis.
Tampoco se informó cuál será la tasa de cambio. Dado que se desconocen los detalles del cómo se realizará la unificación, muchos cubanos conjeturaron en estas semanas sobre cuál será la moneda única o si se crearía otra.
Durante la jornada, los parlamentarios aprobaron un nuevo código de trabajo que reemplaza a la norma vigente desde 1985 y además de actualizar sus normas da espacio a las nuevas formas de trabajo en Cuba como el autoempleo y las cooperativas.
Antes de que el proyecto de código pasara a los parlamentarios, fue analizado en unas 69 mil asambleas, en las cuales participaron más de dos millones de trabajadores, dijeron funcionarios de la central sindical de la isla y diputados.
Sin embargo el dirigente sindical Ulises Guilarte reconoció ante los legisladores que en dos provincias 19 secciones de trabajadores privados «decidieron no discutirlo» y en centros estatales 176 empleados se abstuvieron, mientras 163 votaron en contra del anteproyecto de código.
Los parlamentarios tendrán además en su agenda un análisis de la economía de la isla con base en el informe de la reunión del Consejo de Ministros, las proyecciones económicas para el próximo año.
Los diputados en Cuba no son profesionales por lo que los plenos del parlamento —con todos reunidos— se producen dos veces al año, tras una semana de actividad en comisiones en las cuales reciben información gubernamental sobre todos los sectores como el de la economía.
La víspera, en una reunión del Consejo de Ministros previa al cierre de las sesiones parlamentarias, el vicepresidente Adel Yzquierdo informó que la economía cubana en 2013 creció un 2.7%, casi un punto menos de lo que esperaban las autoridades, según informó en la reunión previa a la sesión del parlamento.
Yzquierdo argumentó que la baja se produjo por el incumplimiento en la captación de divisas y en las industrias manufactureras y de la construcción, dijo el viernes un reporte del portal oficial Cubadebate. Inicialmente para 2013 se había pronosticado un crecimiento del 3.6%.
En 2014 «se prevé un aumento del Producto Interno Bruto a precios constantes del 2.2%, el cual se proyecta a partir de potenciar las reservas internas de eficiencia de la economía», manifestó el sitio. La reunión de los ministros se produjo el jueves.
Yzquierdo dijo para 2014 la isla enfrentará la caída de los precios en los rubros exportables significativos como el níquel y continuará el alza del costo de los alimentos en el mercado mundial.
También ante los ministros, el vicepresidente Murillo había hecho un recuento de la marcha de las reformas iniciadas por Castro en 2010.
Murillo informó que ya se habían autorizado unas 270 cooperativas no agrícolas en el país, a los cuales se sumaron unos 440 mil trabajadores independientes del Estado.
El fortalecimiento de la pequeña iniciativa privada es uno de los pilares de las medidas de Castro, quien aclaró que espera flexibilizar el modelo cubano sin caer en el capitalismo o las privatizaciones en sectores estratégicos.