Villa miseria en Argentina adora a la Virgen Azul


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Miles de inmigrantes paraguayos que viven a lo largo del contaminado río Riachuelo, en Buenos Aires, honran todos los años a su Virgen Azul con una extenuante, pero alegre procesión de 10 horas por todos los confines de su villa miseria.

Por RODRIGO ABD BUENOS AIRES /Agencia AP

El año pasado la procesión fue liderada por el mismísimo arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio, quien desde entonces se ha convertido en su adorado «Papa de las villas miseria».

Que la revista Time haya nombrado el miércoles al papa Francisco persona del año tiene mucho sentido para los que lo conocieron como el líder religiosos que se aseguró que todos los barrios marginales de la ciudad tuvieran una parroquia funcional.

«Para nosotros los habitantes de las villas miseria es un orgullo que Francisco haya estado tomando mate y compartiendo mucho tiempo junto a los más pobres, y que ahora sea reconocido por todo el mundo», dijo Miguel Sergio Leiva. «Vi toda la procesión cuando era un sin techo y tomaba drogas, y ahora soy un miembro activo de la iglesia de Caacupé».

La parroquia de esa villa miseria lleva el nombre de la patrona de Paraguay, la Virgen de Caacupé, llamada comúnmente la Virgen Azul por el medio millón de paraguayos que emigraron a Argentina, muchos de quienes viven en villas miseria en Buenos Aires y sus alrededores.

El sacerdote Lorenzo de Vedia, conocido como el padre Toto, uno de los muchos sacerdotes de villas miseria que el papa Francisco apoya desde hace mucho tiempo, lideró la procesión de este año el domingo, cuando caminó el día entero en medio de un calor y humedad sofocantes. El padre Toto bendijo hogares humildes decorados con banderas y globos con agua de un contenedor plástico, y abrazó a las víctimas de la violencia. Muchas personas colocaron alteras a la virgen y algunas desplegaron la imagen de Francisco, «el Papa de la paz».

«Yo creo que la distinción de la revista Time es una buena noticia… El papa Francisco encarna uno de los valores de una iglesia más misionera, más cercana a la gente, más austera, más parecida al Evangelio», expresó el sacerdote. «Tenía el genio de saber cómo expresar este sentido de la Iglesia y esperamos que su forma de ser se vuelva común entre otros líderes políticos, de negocios, figuras deportivas y otros. Su liderazgo es inspirador».