En todas partes se cuecen habas


Oscar-Marroquin-2013

Anoche el canal de televisión norteamericano Audience transmitió un documental como parte de su serie “Algo de qué hablar…” y fue un extraordinario trabajo de investigación realizado por productores que publicaron bajo el sugestivo título de JFK, un Presidente Traicionado. El Productor Darin Nellis y el Director Cory Taylor realizaron una intensa serie de entrevistas con personas que vivieron en primera fila los acontecimientos que ellos destacan en su trabajo y que tienen que ver con el fiasco de Bahía de Cochinos, la desastrosa primera reunión en la Cumbre con Kruschev en Viena, la crisis de los misiles, el Muro de Berlín, el envío de tropas a Vietnam y su decisión, en 1963, de retirarlas, así como el sorprendente gesto hacia Kruschev proponiendo el fin de la Guerra Fría y una etapa de serias negociaciones, culminando con el ofrecimiento de diálogo a Fidel Castro, mismo que le era comunicado al gobernante cubano justamente cuando asesinaron a Kennedy.

Oscar Clemente Marroquín
ocmarroq@lahora.com.gt


Lo importante es destacar cómo Kennedy, un presidente bisoño sin mayor experiencia en política exterior, empezó su mandato rodeado por los poderes fácticos de la época de Eisenhower. El FBI, la Junta de Jefes de Estado Mayor de las fuerzas armadas y el director de la CIA tenían en las estructuras de los departamentos de Estado y Defensa a fieles aliados que eran, como ellos, duros conservadores producto del final de la Segunda Guerra Mundial y del inicio de la Guerra Fría.
 
 Cuando Kennedy tomó posesión fue informado del plan que había para invadir Cuba con los combatientes entrenados en la Finca Helvetia en Guatemala; el plan descansaba en la tesis de que el pueblo cubano se sumaría automática y masivamente a la insurrección para derrocar a Castro. Nunca le dijeron que si el pueblo no se levantaba requerirían intervención directa de Estados Unidos  puesto que esa probabilidad parecía fuera de lógica según la gente de la CIA que dirigió la invasión. Kennedy fue traicionado.
 
 Posteriormente llamó al célebre Dean Acheson como experto para asesorarlo en el trato con la Unión Soviética y éste lo consideró “flojo” y dijo que Estados Unidos había quedado sin liderazgo. Kennedy fracasó en su primer encuentro con Kruschev queriendo entablar una discusión sobre la ideología, tema en el que el dictador soviético era muy hábil. El Muro de Berlín y la crisis de los misiles tienen su antecedente en Viena, pero con la crisis de octubre Kennedy demostró a propios y extraños una fuerza que le volvió a colocar en posición de ventaja para negociar sin miedo.
 
 Muchas de las informaciones que sostiene con distintas entrevistas y documentos el filme las había leído en alguna ocasión porque la vida de Kennedy siempre me interesó, desde que ganó las elecciones en 1960, y la verdad he leído una enorme cantidad de libros sobre su gobierno, su vida y su muerte. Pero en el documental que vi anoche encontré algo que nunca había escuchado y sobre lo que hay bastante información, según he podido comprobar. Se trata de la decisión de Kennedy de emprender una negociación con Fidel Castro, a pesar de sus ideas comunistas, con el fin de normalizar relaciones a cambio de que Cuba se comprometiera a no exportar su revolución. Kennedy usó en esto, como en otros casos que incluyen contactos con Ho Chi Minh y el trato con Kruschev durante la crisis de los misiles, a particulares porque no confiaba en la gente del Departamento de Estado. Escogió al periodista francés Jean Daniel para enviar un mensaje a Castro y éste se lo estaba comunicando cuando el gobernante cubano fue interrumpido para ser notificado que el presidente Kennedy había sido asesinado.
 
 Como bien se llama la serie que transmite el canal Audience, este documental es, realmente, “Algo de qué hablar…”