La NASA ordenó ayer una serie de caminatas espaciales urgentes para arreglar un problema con el sistema de refrigeración en la Estación Espacial Internacional.
Los administradores de la estación decidieron enviar a dos astronautas estadounidenses tan pronto como sea posible para reemplazar una bomba con una válvula defectuosa. Es una tarea importante que requerirá tres caminatas espaciales: el sábado, el lunes y el próximo miércoles, el día de Navidad.
«La próxima semana estará ajetreada con caminatas espaciales, así que no tuitearemos mucho desde aquí», escribió desde el espacio en su cuenta de la red social el astronauta de la NASA Rick Mastracchio poco después de que se anunciara la decisión.
Las caminatas espaciales serán prioridad por encima del lanzamiento de una nave de suministro desde Virginia. La entrega comercial estaba prevista para esta semana, pero ahora se retrasará por lo menos hasta mediados de enero.
La mitad del sistema de refrigeración de la estación se detuvo el miércoles de la semana pasada, lo que obligó a la tripulación de seis hombres a apagar todos los equipos no esenciales, lo que afecta algunos experimentos científicos. Debido a la falla de la válvula, una de las dos líneas de refrigeración se tornó demasiado fría.
El sistema de refrigeración de la estación espacial, que utiliza amoniaco en sus tuberías, es fundamental para disipar el calor que genera el equipo a bordo.
Aunque los astronautas están seguros y cómodos, la NASA quiere el sistema de vuelta a su plena capacidad, en caso de una nueva falla que podría dejar a la estación orbital aún más vulnerable de lo que está en este momento.
Los controladores de vuelo intentaron en vano arreglar la válvula de forma remota, y luego se les ocurrió un plan para utilizar otra válvula a fin de regular la temperatura. Se reportó algún éxito, y por algún tiempo los ingenieros pensaron que la estación espacial podría arreglárselas con la solución a corto plazo. Pero el martes los administradores optaron por caminatas espaciales a la brevedad posible.
Esta es la misma bomba que fue reemplazada en un par de caminatas espaciales en 2010. En aquel entonces se necesitaron tres excursiones.
Mastracchio y el astronauta Michael Hopkins se entrenaron precisamente para ese tipo de reparaciones antes de ser enviados a órbita, y se han estado preparando toda la semana para una decisión de este tipo.
Orbital Sciences Corp., por su parte, pospondrá el lanzamiento de su nave de carga Cygnus, que estaba programado para la noche del jueves desde la Isla Wallops, en Virginia.
La tripulación de la estación incluye tres rusos y un japonés, además de los dos estadounidenses.