En las cartas de opinión de los lectores de un matutino, doña Violeta Cardona escribe el pasado 17 de los corrientes: “Nunca me pareció la gestión del general Sergio Camargo en el COG, pues no hizo más que malgastar el dinero en viajes y cosas sin importancia. Lo único atinado en su gestión fue retirar la sede de Quetzaltenango para los Sextos Juegos Centroamericanos, pues, como dice él: no hay dinero para eso ni para nada”.
Comparto la opinión de doña Violeta: resulta ser una terquedad que ahora exhiban protagonismo Gerardo Aguirre y Dwight Pezzarossi, con el envío de una carta a la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe (Odecabe), en la que el Gobierno, Comité Olímpico y otros sectores del deporte, reafirman el deseo de organizar esas justas.
Dicho comportamiento es común a la irresponsabilidad con que se manejan los ambientes “autónomos” en el medio. Sus dirigentes se guían por intereses particulares, sin considerar las prioridades del país, basados en puro negocio, ambición y cortoplacismo a costa del contribuyente honrado.
Según los últimos análisis de la coyuntura de las finanzas públicas, se calcula que se cerrará el año con una recaudación de Q46 mil 500 millones, lo que representa una brecha de más de Q3,500 millones, y que tiene un impacto importante en el presupuesto del año 2015, al punto que el propio Congreso de la República detectó estos problemas y no aprobó un presupuesto completamente desfinanciado.
Por otro lado, la región en donde se realizarían los eventos deportivos tiene incontables problemas mundanos, cuya solución es considerada por cualquiera con dos dedos de frente, como una etapa previa a la realización de ese derroche de gastos y de lujo en un entorno de alta pobreza. Veamos algunos de estos.
En la cuesta de Los Pirineos, que comunica Quetzaltenango con Retalhuleu, los maleantes aprovechan la reducción de velocidad para cometer asaltos. Los mismos son constantes allí por El Palmar, siendo que en fecha reciente don Keiner Ovidio Mazariegos resultó con balazos en la espalda por resistirse a los bandidos.
El viernes 13 de diciembre le fue trasladado a la Municipalidad de Quetzaltenango el aporte mensual por Q5 millones en concepto de pago de aporte constitucional, IVA-PAZ, vehículos y petróleo, el cual está altamente pignorado y comprometido como producto de las cuantiosas deudas en las que se encuentra dicha Municipalidad, siendo dicho soporte, completamente insuficiente para cubrir en parte las grandes inversiones que se requieren.
Varios sectores de Quetzaltenango han manifestado su inconformidad contra el Concejo Municipal y el Alcalde por la aprobación de un alto presupuesto equivalente a Q242 millones, el cual incluye las grandes necesidades de la Empresa Eléctrica Municipal de Quetzaltenango y la Empresa Municipal de Aguas de Xelajú.
Los vecinos se quejan de la chatez mental del Concejo y la construcción de obras diseminadas, sin conexión unas con otras; en tal sentido se trata de una realidad institucional aún aldeana, sin preparación para una muy ambiciosa tarea que demandará en forma insensata recursos fiscales nacionales en demasía.
Aguirre y Pezzarossi, ni modo, vienen haciendo un único lobby con Pérez Molina: en el 2018 él ya estará gozando de su pensión vitalicia presidencial y sus prerrogativas militares: mientras que nosotros bien ensartados con los compromisos.