Astronauta puede cumplir deseo: caminata espacial


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El astronauta Rick Mastracchio, quien se encuentra en la Estación Espacial Internacional, podría ver cumplido su deseo navideño de hacer una o dos caminatas en el espacio para reparar las fallas en el sistema de refrigeración.

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Por MARCIA DUNN CABO CAÑAVERAL /Agencia AP

Mastracchio, quien tiene experiencia en esas caminatas, dijo estar más que listo para salir y hacer las reparaciones si el control de la misión lo considera necesario.

«Siempre que pasa esto tienes malas noticias que son buenas noticias», dijo Mastracchio a The Associated Press el viernes.

«Por supuesto, la mala noticia es que la estación tiene problemas y tenemos que salir a repararlos. La buena es que tenemos partes de repuesto, el entrenamiento, la habilidad. Y claro, salir en una caminata espacial siempre es muy emocionante y es un reto».

Una de las dos serpentinas de refrigeración colocados afuera de la estación dejó de funcionar el miércoles tras producir demasiado frío. Los controladores de vuelo sospechan que una válvula defectuosa en una bomba situada en el exterior es el origen del problema.

Se trata de un problema grave que debe resolverse inmediatamente, dijeron autoridades, en caso de que haya fallas adicionales.

El viernes los ingenieros de la misión en Houston cumplieron su tercer día tratando de resolver el problema. Quieren saber si pueden arreglarla en forma remota antes de ordenar que se haga una serie de caminatas para remplazar la bomba completa. Para instalarla, en 2010, se requirieron tres caminatas.

El sistema de enfriamiento de la estación usa amoníaco para disipar el calor generado por el equipo de la nave.

Los seis astronautas disminuyeron la intensidad de su iluminación, apagaron equipo innecesario y suspendieron las labores científicas para evitar el exceso de calor en la nave. Eso significó que Mastracchio y las otras tripulaciones procedentes de Estados Unidos, Japón y Rusia tienen más tiempo libre, pero la vida no ha cambiado mucho en la nave, dijo.

«Aún tenemos luces. Los baños todavía sirven, aún tenemos comida y estamos muy cómodos acá arriba», dijo Mastracchio. «El único problema es que no dedicamos tanto tiempo como lo hacemos habitualmente para hacer ciencia».