El rápido deshielo del Ártico disminuyó este año, pero el gobierno estadounidense dice que el calentamiento global sigue alterando el casquete polar norte, lo cual hace que haya menos renos, nieve y hielo, al tiempo que aumentan las poblaciones de ciertos peces y se amplía la temporada en que crecen las plantas.
La Administración Nacional para los Océanos y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos emitió el jueves su reporte sobre el Ártico, en el que describe al 2013 como moderado en comparación con el calientísimo 2012.
En general, las temperaturas del Ártico no se elevaron tanto, y las capas de hielo de Groenlandia y del océano no se derritieron a niveles anteriores.
«El Ártico tuvo un receso, si es que puede llamársele así, en 2013, pero un año no modifica la tendencia a largo plazo hacia un Ártico más cálido», dijo Martin Jeffries, geofísico de la Universidad de Alaska y director del reporte, quien también se desempeña como asesor científico de la Comisión Estadounidense de Investigación del Ártico.
«El Ártico ha pasado a ubicarse en un nuevo nivel de normalidad», dijo Jeffries en el congreso científico de la Unión Geofísica Estadounidense en San Francisco, donde se dio a conocer el reporte de 136 páginas. Aunque el 2013 se ve un poco más frío en comparación con los últimos seis años, está inusualmente cálido si se le compara con el siglo XX, señaló.
El verano en el centro de Alaska fue uno de los más cálidos de que se tenga memoria, meses después de su abril más frío desde 1924, señaló la NOAA. La ciudad de Fairbanks experimentó un récord de 36 días con más de 26 grados Celsius (80 grados Fahrenheit). Y el manto de nieve en mayo y junio se ubicó cerca de récords mínimos en Norteamérica, y rompió un récord mínimo en Europa y Asia.
Pero uno de los mayores indicadores del cambio climático, el hielo sobre el océano en verano, no disminuyó tanto como se pronosticaba. El hielo en el océano en 2013 se ubicó en su sexto nivel más bajo en tres décadas en que la NOAA ha estado llevando registros. Es un incremento en comparación con 2012, en que tuvo su menor nivel de todos.
Pero los siete niveles más bajos se han presentado en los últimos siete años. La cifra de 2013 se debe «simplemente a la variabilidad natural», dijo Mark Serreze, director del Centro Nacional de Información sobre la Nieve y el Hielo, que no formó parte del informe de la NOAA, pero lo elogió. «No hay nada acerca del año 2013 que proporcione evidencia alguna de que el Ártico se encuentre en camino a una recuperación».
«En 20 años, cuando miremos hacia atrás, el mundo será más cálido y tendremos mucho menos hielo en el mar que en la actualidad. Veremos que 2013 fue sólo un alivio temporal», agregó.
Más inquietantes son las tendencias a largo plazo, señaló el reporte de la NOAA. Las temperaturas promedio del Ártico han aumentado 2 C (3,6 F) desde la década de 1960, aumentando el doble de rápido que el resto del mundo. La temporada en que las plantas crecen se ha ampliado casi un mes desde 1982.
Las especies de peces se están desplazando hacia el norte, el permafrost —el subsuelo perennemente congelado— se está derritiendo y los arbustos están reverdeciendo de formas que no se habían visto antes. Jeffries y Howard Epstein, científico ambiental de la Universidad de Virginia y coautor del estudio, advirtieron que los cambios en el Artico repercuten en todo el mundo.
El hielo refleja la energía solar debido a su color blanco, pero como se está derritiendo, los océanos y la tierra se están calentando más, señaló Jeffries. «El Artico no es como Las Vegas», señaló Epstein. «Lo que ocurre en el Ártico no se queda en el Artico».