Ida Pollock alguna vez dijo que nació para escribir, y eso fue lo que hizo. Millones de palabras en más de siete décadas contando historias sobre jovencitas pobres cortejadas por hombres mayores en parajes remotos.
La autora centenaria de más de 120 libros, considerada la novelista romántica de mayor edad, murió a los 105 años. Su hija Rosemary Pollock — quien también escribe novelas románticas— dijo que la autora falleció el 3 de diciembre en un asilo cerca de su casa en Lanreath, en el suroeste de Inglaterra.
Nacida en Londres en 1908 y criada por una madre soltera, Pollock publicó sus primeras historias cuando era adolescente y con el tiempo escribió decenas de libros bajo más de 10 seudónimos diferentes. Su producción incluye unos 70 libros con escenas eróticas y trasfondos históricos bajo la editorial romántica Mills & Boon, la división británica de Harlequin Enterprises.
La hija de Pollock dijo que escribir fue la pasión de su madre, pero que el género romántico no fue su opción original.
«Creo que le habría gustado ser una escritora de novelas de suspenso», dijo Rosemary Pollock. «Disfrutaba leyendo ese tipo de novelas más que de ficción romántica».
«Me contó de un par de historias macabras que escribió cuando era muy joven. Una era sobre una mujer japonesa en un jardín que estrangulaba a su amante con el cabello… (Pero) mi abuela siempre le decía, ‘¿por qué no escribes algo bonito? Esa es la forma de abrirse paso». «Entonces pensó en historias de amor — Charlotte Bronte, Jane Austen — y podía hacer eso».
Tras una juventud aventurera que incluyó un viaje sola a Marruecos cuando era adolescente y luego de trabajar en Londres durante la época de la recesión, Pollock se abocó a escribir para mantener a su familia cuando su esposo quedó en la quiebra en 1950.
«Y estaba feliz», dijo su hija. «Era una madre adorable, pero parecía estar en un sueño hasta que volvió a escribir, entonces comenzó a ser ella misma».
Ida Pollock dijo que podía terminar un libro en seis semanas y llegó a escribir 40 en un periodo de cinco años.
Bajo los nombres de Susan Barrie, Rose Burghley, Marguerite Bell y otros escribió títulos como «White Heat», «The Devil’s Daughter» y «The Sweet Surrender», libros que se apegaban a la fórmula de amores difíciles que al final llegaban a uniones felices entre sus jóvenes e inexperimentadas heroínas y sus galanes mayores.
«Sus héroes eran siempre hombres fuertes y creo que con una figura paternal, porque quizá eso era lo que quería ella», dijo su hija. «No es que las heroínas fueran débiles, solían tener varios problemas y estaban solas en el mundo… Iban a la deriva como quizá ella fue alguna vez».
Ida Pollock dijo que sus libros estaban «llenos de esperanza y romance en vez de sexo» y siempre tenían un elemento crucial: «un final feliz era absolutamente obligatorio».
Pollock también publicó un libro de memorias, «Starlight». Sus novelas número 124 y 125 se desarrollan en la Gran Bretaña del Periodo Regencia de principios del siglo XIX, y serán publicadas el próximo año.
El esposo de Pollock era el soldado y editor Hugh Pollock, quien había estado casado con la escritora de libros infantiles Enid Blyton y editó el libro de Winston Churchill «The World Crisis».
«Aunque había editado a Winston Churchill, no tenía permitido editar a mi madre», dijo Rosemary Pollock. Hugh Pollock murió en 1971. Rosemary es la única sobreviviente de Ida Pollock. Su funeral se planea para la próxima semana en Lanreath.