Con la tradicional quema del diablo, fiesta que afortunadamente ha abandonado algunas de sus antiguas peculiaridades que contaminaban excesivamente el medio ambiente, da inicio hoy la temporada navideña que mañana tendrá en el festival de fuegos artificiales Campero un momento espectacular. Se trata de una temporada de familia, de convivios y actividades que culminan con la celebración del nacimiento del Hijo de Dios y la bienvenida al nuevo año 2014, pero para llegar a ello se presenta un recorrido que tiene tanto de hermoso por lo tradicional como de peligroso por dos factores esenciales.
El incremento en la ingesta de alcohol y el mayor flujo de dinero circulante por los gastos propios de la fiesta, lo que alborota a los malvivientes que se dedican a despojar a los ciudadanos de sus pertenencias.
Esos dos factores convierten esta época que debiera ser la más bonita y pacífica del año, en una de las más violentas y peligrosas, lo que nos obliga a los ciudadanos a redoblar nuestras precauciones, ya que sabemos que las autoridades poco o nada harán para cumplir con su deber de proteger a la gente honrada y pacífica. Ya los asaltos a los clientes de los bancos que retiran dinero en efectivo están a la orden del día y lo mismo proliferan los robos desde la motocicletas que gracias a Arzú y sus huestes, siguen zigzagueando entre los automóviles como les da la gana, situación que aprovechan los largos para hacer de las suyas.
Imposible pensar que se eliminen el consumo de licores y los gastos extraordinarios de estos días, por lo que queda pedirle a la gente que tome precauciones y actúe en todas las circunstancias con extrema cautela. No manejar si se bebe es una norma elemental que tiene que ser observada a toda costa y tratar de utilizar lo menos posible efectivo, recurriendo a las ventajas que ofrece la tecnología moderna con tarjetas de crédito, débito o transacciones electrónicas, a fin de que los ladrones no tengan a su alcance fuertes sumas de dinero.
Formas de protegerse hay porque no existe nada peor que facilitar las cosas al infortunio. Beber en extremo y de ajuste conducir un vehículo es una mezcla explosiva y en demasiados casos mortal. Retirar dinero de los bancos, sobre todo cuando se sabe que hay personal en las instituciones que se dedica a informar a los maleantes de transacciones importantes, es delicado. Pero todos esos riesgos se pueden minimizar si los tomamos en cuenta y actuamos con elemental sentido de responsabilidad y cuidado. Sólo así podremos realmente vivir una feliz temporada de fiestas.
Minutero
Si bebo no manejo
y trato de no andar con pisto;
es mejor pasar por listo
que ir a morir de pendejo