Aprovechar el “bono demográfico” ahora


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La población de Guatemala es la más numerosa de Centroamérica, debido a la persistencia de una elevada fecundidad, la más alta de la región latinoamericana, y a la disminución de la mortalidad

GUATEMALA Agencia CERIGUA

que contribuyó con una mayor sobrevivencia de la población en las últimas décadas, señala el reportaje de CERIGUA: “Rumbo a Cairo+20: Guatemala avanza en la atención de la población y su desarrollo”.

El reportaje, producido con el apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), indica que esa tendencia provocó que la población guatemalteca se caracterizara por su numerosa juventud: cuatro de cada diez personas son menores de 15 años y seis no tienen aun 20 años; la mortalidad infantil y materna, así como la alta fecundidad son rasgos acentuados entre los grupos indígenas y rurales.

Datos del Consejo Nacional de la Juventud (CONJUVE) refieren que el 69 por ciento de la población guatemalteca tiene entre 0 y 35 años, convirtiéndose en uno de los países más jóvenes de Latinoamérica, sin embargo el Estado carece de una ley específica sobre juventud.

Alma Odeth Chacón, del grupo de mujeres Tierra Viva, señaló que nunca en la historia del país se había registrado ese número de población adolescente y joven, es decir que en la próxima década el Estado deberá estar preparado para ofrecer oportunidades de empleo y de desempeño económico a ese segmento, de lo contrario la tasa de pobreza podría aumentar, indica la investigación periodística de CERIGUA.

Guatemala ha avanzado significativamente en los temas de género y en el abordaje de los derechos sexuales y reproductivos, sin embargo cuestiones como el empleo, la recreación, la cultura, la profesionalización, el medio ambiente, el urbanismo y la migración, continúan siendo relegados de la agenda nacional.

Alejandro España de IncideJoven, dijo que primero el Estado debe reconocer que existe el “Bono Demográfico”, pues de esa manera logrará crear las políticas necesarias para atender los temas de las juventudes en Guatemala; “debe ser un reconocimiento político de que la juventud está ahí”, anotó.

La experiencia política ha mostrado lo contrario, pues no existe una ley, ni políticas o mecanismos nacionales para atender los temas de las juventudes; además, continúa pendiente en el Congreso de la República, la ratificación de la adhesión del Estado al Convenio Iberoamericano de la Juventud.

El reconocimiento de la existencia del “Bono Demográfico” implica que se aborden las causas estructurales de la violencia y de la criminalidad en el país y evitar que la clase política y las autoridades  las atribuyan a la juventud; la adolescencia y la juventud continúan invisibilizadas de las políticas del Estado, se criminalizan sus opiniones y son discriminados por sus apariencias, destacó el entrevistado.

Mariela Castro, Directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, dijo durante el panel sobre derechos, demandas y necesidades de niños, adolescentes y jóvenes, en la Primera Conferencia Regional de Población y Desarrollo, que es un deber ético de los Estados, evaluar de forma justa lo logrado hasta el momento en la implementación de la Conferencia del Cairo.

La situación de la juventud y de la adolescencia en América Latina y en el Caribe no es favorable, según los resultados de los informes elaborados por organismos especializados y la cooperación internacional; además, es fundamental trabajar en conjunto con las y los jóvenes en las discusiones y en la toma de decisiones públicas que les competen, para fortalecer las agendas reales para los temas de las juventudes.

Finalmente, el reportaje destaca que cifras dadas a conocer por el UNFPA durante la reunión de Montevideo, revelan que América Latina y el Caribe cuentan con una población joven de 140 millones; el 56 por ciento culmina la educación secundaria y sólo el 9 por ciento logra concluir los estudios superiores; la primera causa de muerte entre las mujeres de 15 a 18 años, es la mortalidad materna.