Llegaron a su fin los días de gloria de la marca de pianos en los que Chopin compuso conciertos. La fábrica francesa de estos instrumentos Pleyel decidió cerrar ante su incapacidad para hacer frente a una competencia más dinámica y que ofrece precios menores.
Reducida a sólo 14 empleados después de una historia de 206 años en la que construyó más de 250 mil pianos, la compañía ubicada en Saint Denis, al norte de París, anunció esta semana que dejaba de funcionar «debido a las pérdidas actuales y un nivel muy bajo de actividad».
Al igual que en muchos sectores en los que Europa era el sello dominante, el mercado de pianos viró hacia el oriente, donde se hizo más democrático y se volvió digital.
De acuerdo con un estudio de la firma especializada ResearchMoz, China es el productor y consumidor de pianos más grande del mundo. En este país, muchos de estos instrumentos son de bajo costo o modelos electrónicos.
La fábrica francesa fue fundada en 1807 por Ignaz Pleyel, compositor y editor de música que estudió con Franz Joseph Haydn.
En su apogeo, la fábrica se convirtió en la líder de la innovación acústica y ofrecía nuevos modelos con los avances tecnológicos de la época.
La fábrica produjo instrumentos para gigantes de la música como Chopin, Lizst, Ravel y Stravinsky.
«Cuando siento que siento energía y fuerza suficiente para encontrar mi propio sonido necesito un piano Pleyel», dijo Chopin, quien cobraba comisiones a la compañía para animar a otros a comprar instrumentos de la marca.
Los pianos Pleyel alegraron la corte de Josefina, esposa de Napoleón, y otras residencias reales europeas, así como las principales galerías en París.
Los últimos 100 años fueron más complicados para Pleyel: cambió de dueño varias veces y la producción se redujo a unos 20 pianos en 2012.
Sin embargo, el nombre evoca recuerdos melódicos en muchas personas que estudiaron música clásica en Europa y en otros confines.
Después del cierre de la fábrica, Pleyel «busca soluciones alternativas», dijo el director de la marca, Bernard Roques.
Estas podrían incluir engarzar la marca con alguna figura prominente en el sector musical o encontrar otro espacio para producir un número reducido y selecto de pianos de lujo y resucitar la marca Pleyel.