Inacif: 796 crímenes con saña; asfixias y desmembramientos entre las muertes más trágicas


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Aunque todas las muertes por violencia representan pérdidas irreparables para los deudos, algunas son aún más dolorosas y trágicas, como los de asfixias y desmembramientos cometidos por personas o estructuras que pretenden hacer sufrir a sus víctimas antes de matarlas.

POR MARIELA CASTAÑÓN
mcastanon@lahora.com.gt

El año se encamina a terminar con más muertes con saña, respecto al 2012

  Según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), 796 personas fueron asesinadas hasta el 24 de noviembre por asfixias y desmembramientos, una de las occisas, localizada el 7 de noviembre era Ismelda Elizabeth Aguilón Tesen, de 20 años, madre de dos niños, de 5 y 2 años, que quedaron en orfandad.

“Si ese hombre no me hubiera cortado las alas, habría sido otra persona y mis hijos no estarían sufriendo”, fueron las últimas palabras que Ismelda Aguilón le dijo a su madre María del Carmen Tesen, semanas antes de ser asesinada y aparentemente violada. 

María del Carmen relató a La Hora la forma denigrante en que se encontraba el cuerpo de su hija cuando fue localizada el pasado 7 de noviembre en la colonia El Tesoro, en la zona 2 de Mixco, y los sucesos previos que motivaron el fatal desenlace.

Según la entrevistada, Ismelda lamentaba constantemente sus condiciones de vida, pues prácticamente fue sustraída de su hogar cuando tenía 11 años; un hombre de 23 años que conoció mientras trabajaba en un comedor se la llevó y solo logró regresar a su entorno familiar tres años después, tras ser abusada física y psicológicamente.

“El muchacho nunca me quiso dar la cara. Hasta cuando ella tenía 14 años me vino a buscar y venía toda golpeada y delgada porque el hombre no la dejaba salir, la trataba mal y le pegaba. Ya no la dejé ir, pero a los dos años se volvió a ir –cuando tenía 16 años–.  El hombre me vino a amenazar y me dijo que me iba a matar a mí y a mi familia si yo no le entregaba a mi patoja.  Yo lo que quería era que se casara con ella porque se la llevó de 11 años”, explicó.

Según Carmen, la vida de su hija no fue fácil, pues con un bebé  de 3 meses y siendo menor de edad, tenía que soportar los golpes que le propinaban su pareja y su suegra.  Esa idea aceptable de violencia fue prácticamente impuesta desde su niñez, pues veía cuando su madre era golpeada por su padre.

“Después de todo eso ya no quisimos que ella volviera con él. Entonces nos quitó al niño –el hijo de Ismelda que actualmente tiene 5 años–. Se lo llevó un día sábado y esperábamos que lo devolviera el domingo, pero a los 8 días la llamaron a ella de parte de Casa Hogar porque tenían al niño. Él (padre) le estaba pegando en el Parque de La Placita por la Municipalidad porque lo estaba obligando que comiera un plato de arroz, pero al niño no le gustaba porque el arroz estaba en mal estado”, dijo Tesen.

Según los relatos, hace cuatro meses la pareja de Ismelda Tesen volvió para amenazarla y exigirle que le entregara al niño. En ese entonces, al parecer, el padre de su hijo estaba trabajando en una empresa de seguridad como guardia.

“Dos meses antes que le pasara esto, yo la escuché y ella puso un himno de alabanzas cristianas, después la oí llorar, abrazó a sus hijos de –5 años y 2 años– y le dije: ¿Por qué estás llorando?  Porque mi vida es… si este hombre no me hubiera cortado las alas, hubiera podido volar, habría sido otra persona y mis hijos no estarían sufriendo”, lamentó la entrevistada.

Ismelda prácticamente era el apoyo familiar y económico de la familia Aguilón Tesen, pues pagaba Q1 mil de la renta en el inmueble donde habitaba junto a su madre, padrastro, hermanos e hijos.

La joven desapareció días antes de su muerte. Una de las versiones indica que fue vista por última vez junto a Jennifer Lorena Ical Soto, de 15 años, otra adolescente que rentaba la casa junto a la familia Aguilón Tesen y quien según relatos de testigos, fue tomada del pelo por cuatro hombres con gorros pasamontañas que descendieron de un vehículo con vidrios polarizados cuando las llevaron.

Otra hipótesis refiere que previo a la desaparición, las jóvenes habrían asistido a una fiesta en el auditorio de Mixco, luego de que sus empleadores las dejaran en el parque de esa jurisdicción.

EL HALLAZGO

La madrugada del 7 de noviembre una llamada alertó a la familia Aguilón Tesen. Una voz masculina les dijo: “Escuchen lo que les estamos haciendo”, mientras en el fondo se oían los gritos y llantos de Ismelda y Jennifer. 

Ese día, aproximadamente a las 06:55 horas, los Bomberos Voluntarios localizaron muertas a las jóvenes; los socorristas indicaron que ambas tenían indicios de que fueron ultrajadas, pero en esa ocasión no fueron identificadas, pues sus parientes creían que seguían desaparecidas.

Mientras que días después, fuentes del Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), determinaron que la causa de muerte de ambas fue por “asfixia por estrangulamiento”.

Los asesinos de las adolescentes dejaron una nota con el texto: “Para que ya no anden robando al sector 11, Mara 18”. Las autoridades realizan el análisis del escrito para determinar cuál era la intención de los sicarios.

MUERTES CON SAÑA

Según el Inacif, del 1 de enero al 24 de noviembre de 2013  se han reportado 766 muertes por asfixia por estrangulación, confinamiento, sofocación, sumersión y suspensión. De esas, 611 víctimas son hombres y 155 mujeres.  Mientras que el año pasado, la cifra fue de 832 muertes por esas causas, 677 fueron de género masculino y 155 femenino.

Por otro lado, este año se reportan 30 personas muertas por seccionamiento corporal, decapitación y/o desmembramiento; de ellas, 19 son hombres y 11 mujeres.  El año anterior las víctimas fueron 36: 25 hombres y 11 mujeres.

Entre los casos de asfixia y seccionamiento corporal, los crímenes con saña suman 796.

Los análisis estiman que es probable que las muertes con saña de mujeres puedan aumentar, pues las cifras comparadas con el año anterior refieren el mismo número de féminas asesinadas por estrangulación y/o desmembramiento sin que aún concluya el año.

Recientemente el ministro de Gobernación (Mingob), Mauricio López Bonilla, admitió que uno de los principales problemas de seguridad continúan siendo los homicidios, principalmente con arma de fuego.

Por otro lado, indicó que los guatemaltecos son pesimistas por comparar a Guatemala con Afganistán, tras los señalamientos de organizaciones extranjeras por los altos índices de criminalidad a nivel mundial.

“Todo tiene su punto de vista y la perspectiva desde la cual uno analiza, si uno se va a números fríos castiga al país completo; nosotros sabemos dónde están focalizadas las áreas donde tenemos índices altos o críticos de criminalidad y violencia, y esto no representa todo el territorio nacional.  Cuando hablamos de Guatemala como país, estamos calificando completamente a todo, mientras hay un 60 por ciento del territorio donde la incidencia criminal es media o baja”, destacó el funcionario.

El ministro fue consultado sobre la autoevaluación que hace de su gestión durante estos 22 meses a cargo de la cartera del Interior, pero respondió que no podía hacerlo, sin embargo dice que hace su “mejor esfuerzo” para combatir los problemas de inseguridad.

“No voy a evaluar mi gestión porque no pudo hacerlo, ni moral ni éticamente, lo que sí le digo es que estoy satisfecho, porque con el equipo estamos dando  todo lo que podemos,  un día más en el alcance de nuestros logros, un día menos en el tiempo que se nos agota muy rápidamente. Han sido dos años de trabajo muy intenso y muy arduo.  Estoy con todo el equipo de Gobernación dedicados al ciento por ciento”, reiteró.

LAS SECUELAS

Marco Antonio Garavito, director de la Liga de Higiene Mental, explicó que las secuelas psicológicas para una persona que ha perdido a un familiar son difíciles de superar, pero aún más cuando se trata de muertes con saña.

“Los familiares de una persona asesinada lamentablemente tienen que atravesar por un proceso traumático, y si encima hay que toparse con que van a encontrar el cuerpo en muy malas condiciones, eso es algo muy perverso”, explicó.

El profesional dijo que la situación para las víctimas de los muertos es aún más complicada cuando su familiar está desaparecido, pues la incertidumbre persiste y les afecta.  Aunque no existen políticas para atender a este sector de la población, es necesario e importante crear políticas de apoyo.

TOTONICAPÁN
EL ÚLTIMO CASO

El domingo fueron encontrados en un área de Totonicapán los cuerpos de Odilio de Jesús López González, Dagoberto López Samayoa y José Daniel Aristondo Loaiza.

De acuerdo con socorristas, las víctimas presentaban señales de tortura, pues tenían una bolsa de plástico en la cabeza, estaban atados de pies y manos.

El Inacif todavía no ha emitido un informe sobre la causa de la muerte

“Los familiares de una persona asesinada lamentablemente tienen que atravesar por un proceso traumático, y si encima hay que toparse con que van a encontrar el cuerpo en muy malas condiciones, eso es algo muy perverso”.
Marco Antonio Garavito
Liga de Higiene Mental