“La muerte no viene más que una vez, pero se deja sentir en todos los momentos de la vida” Jean de La Bruyére
Es un hecho aceptado, por el propio Ministro de Gobernación, que se espera terminar el año con más crímenes que el año pasado, lo que significa que hasta el 21 de noviembre, se habían cometido un promedio de 17 asesinatos diarios, esa persona muerta puede ser cualquiera, pero siempre será padre, madre, hermano, hermana, hijo, hija, amigo o amiga de alguien, que quedará destrozado por la pérdida de un ser amado en forma más que violenta.
El Ministro, de acuerdo a la página 2 de PL textualmente dijo: “Fíjense bien en esto, si no sacamos las armas de fuego del escenario, no paramos la ola de homicidios y no vamos a poder parar las extorsiones”. Acá existen variables que se deben examinar muy detenidamente, y son las siguientes: La política contra el crimen ha fracasado porque las causas del mismo no se han combatido, ya que los problemas de fondo como la extrema pobreza, falta de empleo, educación y salud, siguen en aumento, y con ello naturalmente los resultados están a la vista, un pueblo sin las condiciones básicas para vivir una vida digna se encuentra al borde del abismo.
Otra variable importantísima es el tema de las armas de fuego, el que a nivel global es un problema de raíces profundas, si no hay que revisar como en EE. UU. personas de cualquier edad, incluyendo niños y jóvenes han realizado desde crímenes comunes hasta grandes matanzas, en una sociedad abierta a la venta de armas como si de un dulce se tratara, el resultado es visible, no digamos un país como el nuestro en el que muchas veces se trata de tonto o estúpido a quien respeta las normas de convivencia, resulta aceptable por una parte de la población que no se respeten las leyes, ya que estas son desconocidas, y los que las conocen, tampoco brillan por cumplirlas. En ese escenario caótico, el no tener un control real sobre las armas de fuego da como resultado aumento a los crímenes contra todo tipo de ciudadanos, sumado a lo anterior, que de acuerdo a la doctrina penal, los asesinatos son considerados delitos bagatela, ¿Qué se puede esperar? Lo que tenemos, ni más ni menos, un Estado Fallido en todas sus manifestaciones.
En el mismo contexto, después de la aceptación expresa, del aumento de los crímenes para el año que se encuentra por terminar, sin políticas de desarrollo reales, con un altísimo índice real de inflación, (No el que traslada el Banco solamente) denuncia de actos de corrupción de las autoridades en todos los organismos, con una política fiscal endeble, es imposible que el país pueda ir en una vía diferente a la que va, y el resultado aunque parezca ilógico, para quienes se afanan en asegurar que todo está bien, es el que tenemos, muerte por homicidio, asesinato, suicidio, o cualquier otra forma violenta, el que irá en aumento, bajo las condiciones que actualmente vivimos.
Por todo lo anterior se hace necesario reflexionar, en qué hemos fallado quienes vivimos en el país, algunos dirán que negligencia, otros falta de participación, y así las causas sobrepasarán la tradicional respuesta, las causas son muchas y variadas, pero ante todo se hace necesario subrayar, que la falta de compromiso de quienes momentáneamente ejercen el poder, es quizás el principal motivo, ya que los resultados se encuentran a la vista, y ese resultado se traduce en los hogares y familias que viven con el vacío de la falta del ser querido que fue asesinado, ¿por quién? Por un sistema corrupto, que no ataca los verdaderos orígenes del problema común, sino que es servil a los intereses de los poderes de siempre, y de los intereses de quienes cada cuatro años, llegan con una mano adelante y otra atrás, y salen como los nuevos ricos del país, sin hacer nada por él; ese, señores, es el problema.