La derecha troglodita de Centroamérica


Raul_Molina

A la región de Centroamérica se nos ha llamado “repúblicas bananeras” en el pasado. El haber caído bajo la influencia del liberalismo capitalista, personificado por el “Papa Verde” de Miguel Ángel Asturias y firmemente respaldado por la política del “gran garrote” de Teddy Roosevelt, ha provocado que los Criollos de la región y su anexada burguesía constituyan la derecha más troglodita del continente.

Raúl Molina


Por propia iniciativa, carecen de la visión que se requiere para formular un proyecto nacional; se conforman con ser un apéndice del capitalismo estadounidense, vendiendo la soberanía nacional. Las únicas concesiones que han hecho, se les han tenido que arrancar a base de revoluciones –la Revolución de Octubre de 1944, la revolución democrática de Costa Rica, la Revolución Sandinista y los procesos revolucionarios de El Salvador y Guatemala– si bien siempre se las han ingeniado para recuperar el control casi total de los países con ejércitos que les son incondicionales o políticos en pública subasta.
Hoy vemos la expresión de esa derecha troglodita ultrajando la voluntad del pueblo hondureño. Pese a la represión y violencia contra el movimiento social y el político de oposición, resulta evidente que las elecciones las ganó el movimiento LIBRE con los Zelaya a la cabeza. Se recurre entonces a un aparatoso fraude electoral, respaldado desvergonzadamente por la Administración de Obama y organizado y conducido por el Tribunal Supremo Electoral, para declarar como triunfador al candidato oficial. Los mismos traidores que dieron el golpe de Estado hace cuatro años están dispuestos a sostenerse a sangre y fuego. Urge desarrollar la solidaridad más grande posible con Honduras, como piden las organizaciones internacionales que supervisaron las elecciones, entre otras, la Confederación Sindical de Trabajadores/as de las Américas (CSA), Jubileo Sur/Américas, SOA Watch, Fronteras Comunes Canadá, Movimiento Social Nicaragüense, Diálogo 2000-Jubileo Sur Argentina, Red de Ambientalistas Comunitarios de El Salvador, así como SAMGUA y ACONAPMG de Guatemala. Estas organizaciones, que fueron hostigadas por sectores oficiales y privados durante su misión, advierten “sobre el peligroso momento que vive el país, ante el fraude montado por los mismos personajes e instituciones responsables del Golpe de Estado de 2009. Que el no reconocimiento de la voluntad del pueblo está creando un clima de tensión y zozobra, lo que profundiza la inestabilidad y falta de institucionalidad en Honduras. Llamamos la atención, en especial sobre las consecuencias que traería para los movimientos sociales y sus representantes, una nueva escalada de represión y persecución por quienes continuarán utilizando su permanencia en el poder para profundizar el saqueo contra el pueblo de Honduras”. Honduras no vivió un proceso revolucionario en los setenta y ochenta, porque Estados Unidos sentó en la base de Palmerola el centro de operaciones de la Contra nicaragüense, que no solamente atacó a los Sandinistas, con el apoyo de Reagan, sino que destruyó a las fuerzas insurgentes hondureñas. Hoy, con la combinación de un golpe de Estado en 2009, violencia constante de 2009 a la fecha y el fraude electoral de 2013, no se deja más opción al pueblo que el estallido social.
Una situación similar vivimos en Guatemala, en donde el sistema de partidos políticos ha dejado de funcionar, los procesos electorales solamente sirven para consolidar a los grupos tradicionales y nuevos de poder económico, político y militar, y el gobierno de Otto Pérez sigue llevando aceleradamente a nuestro país a la condición de Estado fallido. Sin salidas políticas y con violación de los derechos humanos, el pueblo se verá forzado a hacer uso del derecho a la rebelión, consagrado en el Preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El reloj de la historia no da marcha atrás.