Un hombre que hirió de bala a un policía de Los Ángeles y se parapetó con dos rehenes se ha rendido tras nueve horas, informaron las autoridades.
El teniente Mark Fried, de la Policía de Inglewood, le dijo al Daily Breeze que el hombre de 45 años se entregó ayer a eso de las 9:15 de la noche y que los dos rehenes, su novia y la hija de 14 años de ella, están sanas y salvas.
La policía fue a su casa poco después del mediodía tras reportes de un pelea familiar.
El capitán de policía James Madia dice que el hombre comenzó a disparar antes que los agentes llegaran a la puerta.
La policía dice que el agente baleado sobrevivió gracias al chaleco blindado. El hombre sigue hospitalizado pero se espera que sobreviva.
Otro agente que se cayó mientras trataba de ayudar al agente baleado sólo sufrió lesiones menores.
Un video transmitido por KABC-TV capturó el sonido de más de una decena de disparos e imágenes de los policías alejándose de la casa a la carrera.
Esther Frazier, que vive frente a la casa, dijo que estaba horneando un pastel para el Día de Acción de Gracias cuando escuchó una conmoción y salió a la calle, y vio a policías golpeando la puerta de la casa.
Regresó a su cocina a apagar el horno y entonces escuchó los disparos.
«Hubo muchos disparos, Dios mío, como si fuera una zona de guerra», le dijo al periódico Los Angeles Times. «Una bala entró por la tela metálica de la puerta».
«Estoy muerta de miedo, en el suelo», dijo por teléfono.
Luego que el policía fue baleado, una agente que trataba de ayudarlo se cayó y se lesionó levemente.
«La policía comenzó a correr por la calle. Se cayó delante de nosotros… y ellos la cargaron sobre los hombros y se la llevaron», le dijo la testigo Kimberly Edwards a KABC-TV.