Fuerzas sirias capturaron el jueves un poblado del oeste del país cerca de la frontera con Líbano, luego de días de intensos combates en los que murieron decenas de personas, incluidos nueve doctores y enfermeras, dijeron medios locales y activistas opuestos al gobierno.
Entre los fallecidos está el sobrino de un ministro del gabinete libanés que es miembro del grupo islamista Jezbolá.
Los combates forman parte de una intensa ofensiva al norte de la capital en la que varios bastiones rebeldes han caído en manos gubernamentales en las últimas semanas.
Las fuerzas del presidente Bashar Assad lanzaron una ofensiva este mes en la agreste región de Qalamun a lo largo de la frontera con Líbano, en un intento por bloquear las rutas de suministro a los insurgentes y detener el flujo de combatientes. Los enfrentamientos han obligado a miles de sirios a huir a territorio libanés.
Milicianos del Jezbolá de Líbano, respaldado por Irán, se sumaron abiertamente a las fuerzas gubernamentales en mayo, lo cual ha hecho que la balanza se incline en contra de los rebeldes que buscan derrocar a Assad, pero las fuerzas sirias han sufrido decenas de bajas en los combates.
La agencia noticiosa sirio-árabe SANA indicó que las fuerzas gubernamentales han tomado completamente el control de Deir Attiye «tras destruir todas las guaridas terroristas en el interior». El gobierno suele referirse a los rebeldes como terroristas.
El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, confirmó que las fuerzas del gobierno tenían casi el control total de Deir Attiye, cuya población es cristiana casi en una tercera parte. Un activista en la zona, quien se identificó como Amer al-Qalamuni, dijo que las fuerzas tomaron el poblado después de que se retiraron los integrantes del Estado Islámico de Irak y el Levante, de corte radical.
«Fueron batallas muy intensas, y las condiciones de vida de los civiles allí son pésimas», dijo al-Qalamuni.
El Observatorio y al-Qalamuni dijeron que cinco médicos y cuatro enfermeras murieron en los enfrentamientos durante los últimos dos días en el principal hospital de Deir Attiye.
Said al-Nayef, ministro de Salud de Siria, dijo que los «terroristas cometieron una masacre» al matar a cinco doctores, cinco enfermeras y dos choferes de ambulancia en Deir Attiye, según lo citó SANA.
En Líbano, un funcionario cercano a Jezbolá indicó que Alí Rida Haj Hasán fue muerto en Siria esta semana mientras combatía en la región de Qalamun. El funcionario, que habló a condición de guardar el anonimato de acuerdo con las normas, dijo que el joven era sobrino de Hussein Haj Hasán, alto funcionario del grupo islamista y ministro de Agricultura.
Los habitantes del poblado de Hawsh al-Nabi, donde vivía Haj Hasán, confirmaron su muerte.
La semana pasada el ejército capturó el poblado de Qara, uno de los mayores de la zona. Un día después, los rebeldes lanzaron una contraofensiva y capturaron Deir Attiye.