Unos 50 inmigrantes ilegales estaban desaparecidos hoy tras naufragar su cayuco frente a las costas del archipiélago español de las Canarias, puerta de entrada en Europa para los clandestinos que se aventuran desde ífrica arriesgando su vida.
El naufragio se produjo cuando dos barcos de Salvamento Marítimo intentaban socorrer a este «cayuco», pequeña embarcación de pesca africana en la que los inmigrantes intentaban llegar a las islas Canarias desde las costas africanas.
«Los barcos ’Luz de Mar’ y ’Conde de Gondomar’ de Salvamento Marítimo han rescatado esta madrugada a 48 personas de un cayuco naufragado» al sur de la isla de Tenerife, informó en un comunicado la empresa pública española encargada de los rescates en el mar, Salvamento Marítimo.
«Se calcula que a bordo del cayuco iban aproximadamente unas cienpersonas», añade Salvamento Marítimo, lo que elevaría a algo más de una cincuentena los desaparecidos.
Tras el naufragio se puso en marcha un vasto operativo de rescate, con cuatro embarcaciones de Salvamento Marítimo, dos aviones, dos helicópteros, así como otros barcos que se encontraban en la zona, según la empresa estatal española encargada de los rescates en el mar.
Un navío francés, cercano a la zona del naufragio, acudió «para colaborar en el operativo» de búsqueda, según Salvamento Marítimo.
Según el Estado Mayor francés se trata del «Tonnerre», un buque anfibio con helicópteros y un hospital.
El navío abandonó las tareas de búsqueda después que sus helicópteros sobrevolaran durante cuatro horas la zona del siniestro, según la Prefectura Marítima Atlántica francesa, con sede en Brest (oeste).
El naufragio se produjo «debido al mal estado del mar, con olas de 3 metros de altura y vientos de 30 nudos» a 98 millas náuticas (alrededor de 180 kilómetros) al sudoeste de Tenerife, precisaron los servicios de rescate.
El cayuco fue avistado primero por un avión militar tras lo cual fueron enviados los barcos. Cuando trataban de ayudar a los inmigrantes, «el cayuco volcó».
El «Luz de Mar» pudo rescatar a 36 inmigrantes clandestinos, mientras que el «Conde de Gondomar» rescató a 12 inmigrantes y estas 48 personas «están recibiendo las atenciones necesarias en ambos buques», precisa Salvamento Marítimo.
Las Canarias son una de las principales puertas de entrada de la inmigración clandestina, por vía marítima, desde ífrica.
Estos inmigrantes clandestinos, la mayoría de origen subsahariano, embarcan en grandes piraguas africanas con motor e intentan la peligrosa travesía hacia el archipiélago español, donde son atendidos en centros de acogida, y posteriormente, en la mayoría de los casos, repatriados a sus países de origen.
Algunos mueren durante la travesía sin que sea posible dar una estimación fiable, al tiempo que, en ocasiones, algunas embarcaciones llegan a puerto con uno o varios muertos a bordo.
Un flujo sin precedentes de inmigrantes en 2006 en Canarias había llevado al gobierno socialista español a intensificar los controles marítimos alrededor del archipiélago y a convencer a la Unión Europea de reforzar la vigilancia frente las costas occidentales de ífrica con la agencia de control de las fronteras exteriores de la Unión Europea, Frontex.
Desde enero de 2007, más de 4.700 inmigrantes clandestinos africanos han llegado a las Canarias, a pesar de este dispositivo de vigilancia coordinado por Frontex.
No obstante, estas llegadas son muy inferiores a las del 2006, que había pulverizado todos los récords con 31.200 llegadas.