Voto a ciegas


Editorial_LH

Al día de hoy no existe acuerdo entre los diputados para aprobar el Presupuesto General de la Nación para el año 2014, no obstante que está ya por vencer el plazo de ley para que se proceda a dicha aprobación. Pero el punto que nos interesa destacar es que al día de hoy muy pocos diputados se han tomado la molestia de siquiera ojear la voluminosa iniciativa, no digamos de estudiarla a fondo para tomar decisiones bien fundamentadas en nombre del pueblo, de sus representados.


El presupuesto por lo general es superficialmente revisado por algunos de los miembros de la comisión de finanzas, mientras que el resto, si acaso, se detiene a ver el listado geográfico de obras para determinar si les asignaron alguna tajada que puedan manejar mediante testaferros, empresas constituidas por sus parientes o amigos o a través del archiconocido tráfico de influencias. El Presupuesto General de la Nación es un documento muy voluminoso y técnico elaborado por los expertos del Ministerio de Finanzas que contiene la estimación de ingresos y la asignación de recursos para inversión y cobertura del gasto público. Como mecanismo de control, constitucionalmente se asigna a los diputados al Congreso de la República la facultad anual de aprobarlo o improbarlo y lo mismo tienen que hacer cada ejercicio con la ejecución final del presupuesto. Ni la aprobación ni la ejecución son trabajos que los diputados hagan a conciencia y en ambos casos la manada vota a ciegas, en una de las más claras muestras del muy equivocado sentido que en Guatemala se le da al principio de irresponsabilidad parlamentaria.
 
 A menos de dos semanas de que fenezca el plazo para su aprobación, el escaso conocimiento que los representantes tienen de la iniciativa entregada al Congreso hace buen tiempo por el Ministerio de Finanzas termina siendo irrelevante porque ya es costumbre que para lograr su aprobación se negocien prebendas, beneficios y componendas. Para obtener todo eso no hace falta quemarse las pestañas leyendo un voluminoso documento que contiene partidas para muchos de los diputados totalmente ininteligibles.
 
 Existen ahora grupos técnicos en la sociedad civil que le ponen atención al tema y que generan reflexiones interesantes sobre montos y orientación del gasto o la inversión planificada por la Dirección Técnica de Presupuesto siguiendo las directrices del despacho ministerial, pero ni siquiera esos análisis que presentan algunas conclusiones ya digeridas son de interés de quienes tienen la responsabilidad final de dar o negar la aprobación al Presupuesto que ni siquiera para el gobierno es una prioridad porque ya están preparados para trabajar con el actual a falta de uno actualizado y mejor programado.

MINUTERO:
A falta de presupuesto 
para el año venidero
será llanta de repuesto
el actual con agujero