El Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) realizó hasta el 10 de noviembre, 5 mil 329 necropsias de personas asesinadas por arma de fuego, arma blanca, confinamiento, estrangulación, decapitación y desmembración, con un costo aproximado de Q79 millones 935 mil, mientras que el 2012 efectuó 6 mil 25 necropsias por violencia.
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Cada crimen que se comete en el país no sólo representa duelo para los familiares de las víctimas, sino también tienen un costo para el Estado de hasta Q15 mil por cada necropsia, que podría ser utilizado en la prevención de la violencia.
Estadísticas oficiales revelan que de las 5 mil 329 necropsias realizadas por causas asociadas a hechos criminales y sometidas a investigación, 686 corresponden a mujeres.
Cada persona muerta no sólo representa una pérdida para sus familiares que deben esperar hasta 6 horas para que les entreguen el cuerpo de su ser querido, después de las diligencias del Ministerio Público (MP) y del Inacif; también tienen un costo muy alto para el Estado que invierte hasta Q15 mil en cada necropsia, según el caso.
Roberto Garza, portavoz de esta institución, explicó que debido a la ausencia de un forense en la escena del crimen, las diligencias llevan más tiempo y esto sin duda afecta a los familiares de las personas muertas.
“Hoy en día no contamos con presencia de ningún médico forense del Inacif en la escena del crimen, pero nos encantaría contar con uno más adelante, porque podría ayudar en el manejo de evidencias al sugerir al investigador –una hipótesis–, aunque la expertiz del MP es ideal. En las diligencias nosotros recibimos a las personas desesperadas porque traen tres horas de escena del crimen, más tres horas de necropsia, estamos hablando de seis horas”, refirió Garza.
El funcionario indicó que cada análisis post mórtem requiere de estudios de ácido desoxirribonucleico (ADN), de toxicología, de papeleo administrativo, trámites de recepción y entrega de cadáveres, inversión en electricidad para mantener los cuerpos en cuartos fríos y, sobre todo, del recurso humano, donde intervienen hasta seis profesionales.
MINIESCENA DEL CRIMEN
Garza explicó que el análisis de un cuerpo representa prácticamente una miniescena del crimen para identificar a la persona, para establecer la causa de muerte y para dar algún tipo de indicio o guía al investigador sobre los hallazgos en la necropsia.
“Algo que no se menciona es que las tomas de muestra, hablemos de toxicología, siempre vienen al Inacif, pero se extrae al momento de la necropsia por parte de nuestro médico forense, también extracción de sangre para saber si la persona ingirió una sustancia que podría ayudar en algún momento en vincular alguna hipótesis que narró un testigo o que tenga el ente investigador”, indicó.
El entrevistado dijo que aunque las necropsias de hombres y mujeres son muy parecidas, en el cuerpo de una fémina usualmente se trata de establecer si fue víctima de violencia sexual a través de un hisopado, o en otros casos se le realiza un raspado en las uñas y en las manos –cuando es localizado en un río o un lago–, para establecer si posee algún cabello o piel de su agresor.
Los pasos para realizar una necropsia inician con la documentación fotográfica que necesita de un testigo métrico y el ángulo de toma de 90 grados, posteriormente el análisis de huellas dactilares que se obtienen con el apoyo del Mobile Ident II –para tomar huellas– que se trasladan al Inacif y determina si el fallecido tiene ingresos a la cárcel a través del Gabinete Criminalístico de la Policía Nacional Civil (PNC) o si tramitó su Documento Personal de Identificación –DPI– en el Registro Nacional de las Personas (DPI).
En los casos de las personas xx se necesita que los familiares del occiso entreguen la documentación que justifique la identidad de su pariente. A la fecha se registraron 492 personas que permanecen como xx, de esta estadística 86 son mujeres.
Por otro lado, se verifica la sangre seca que se obtiene con hisopado, un análisis de orina, las pruebas de vestir, indicios balísticos –si es por proyectil de arma de fuego–, así como otras muestras de contenido gástrico para establecer la causa de muerte.
De acuerdo con el funcionario, en otras palabras, el examen forense consiste en algunos pasos específicos: observación del cadáver, retiro de la vestimenta, toma de muestras, e incisión del cuerpo para extraer fragmentos de órganos.
“Hay algo importante que destacar, en el Inacif no nos quedamos con ningún órgano, se toman fragmentos de esos órganos, una mínima parte”, reiteró.
Los datos del Inacif refieren que durante la quincena y el fin de mes se reporta un alto índice de ingresos de cadáveres por violencia.
ANTES DE INGRESAR A LA MORGUE
Juan Pablo Ríos, asesor del Ministerio de Gobernación (Mingob), explicó el análisis que se realiza en la escena del crimen, antes de que un cuerpo ingrese a la morgue, y en el que es posible recopilar información importante.
“Si usted tiene un muerto en la escena del crimen, usted debe considerar que el cadáver le da cierta cantidad de información que le va a permitir en ese momento armar una teoría del caso, si usted no tiene una teoría del caso es imposible hacer un plan de investigación y si no tiene un plan de investigación usted no tiene una ruta y si no tiene ruta usted no puede comprobar una tesis criminal, entonces el caso no está resuelto”, refirió el experto.
Ríos expresó que es importante el primer contacto que se tiene con el cuerpo y la escena del crimen. Ese contacto debe tenerlo el investigador que va a armar la teoría del caso.
“Si yo le hablo de una teoría del caso a usted y usted después se queda con mi caso, pero no fue a la escena, posiblemente hay mucha información que yo no consideré, por lo tanto vamos a pensar en cosas diferentes, sólo por eso podríamos arruinar el proceso, lo ideal es que quien llegue a la escena sea el investigador que termina el caso”.
El profesional agregó que al llegar a la escena se deben asociar las evidencias y el cadáver también se convierte en un indicio.
“En el momento que uno muere ya no es víctima, es un objeto de investigación de estudio considerado indicio, por eso usted observa que a los cadáveres les ponen números o letras cuando son varios y eso lo integra al proceso de investigación de la escena del crimen”, destacó.
El asesor del Mingob explicó que la razón de enviar un cadáver para la necropsia respectiva es para conocer los resultados de un examen interno y minucioso del cuerpo. Los signos abióticos –que son los cambios que sufre el cuerpo después de morir–, pueden identificar las horas que transcurrieron después de la muerte, o si hubo violencia con algún objeto.
Ríos indicó que el análisis de los signos abióticos los pueden realizar los técnicos especialistas en la escena del crimen y el policía que obtuvo conocimiento en forma empírica; ellos observan el cadáver y con el conocimiento en Criminalística –Tanatología Forense–, pueden llegar a ciertas conclusiones.
Por otro lado, el entrevistado reiteró que el estudio de un cuerpo en la escena del crimen constituye una verificación externa, pero la causa de muerte sólo la puede determinar el Inacif.
“Para eso sirve el examen externo del cadáver, no necesariamente para encontrar la causa de muerte, eso se determina sólo a través de un examen científico llamado necropsia, ahí usted determina la causa de la muerte. En algún momento, sólo si las señales de violencia son muy obvias, podríamos llegar a determinar la manera de muerte, eso significa si estamos ante un homicidio, suicidio o muerte natural, pero tendría que tener uno demasiada chispa”, concluyó.
¿PREVENCIÓN DE VIOLENCIA?
Aunque existen algunos mecanismos –como el Observatorio 24-0 por parte de la Cartera del Interior, para focalizar sus áreas de trabajo y prevenir la violencia homicida en el país, el tema es visto por analistas como un punto que debe abordarse de forma integral.
La Hora intentó obtener una declaración del viceministro para la Prevención de la Violencia y el Delito, Árkel Benítez, quien recientemente anunció el trabajo de prevención que realizará en conjunto con el Ministerio de Educación para el 2014, en los centros educativos que se ubican en los 35 municipios más violentos del país, sin embargo no contestó a las llamadas realizadas a su teléfono celular.
El funcionario informó el pasado martes, que actualmente cuentan con 400 policías para la prevención del delito, pero la intención es fortalecer a esta fuerza de seguridad con el nuevo redespliegue.
Por otro lado, Néstor López, analista del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), opinó que la cantidad de personas asesinadas por violencia representan una respuesta reactiva por parte del Estado y no preventiva, esto requiere más allá de incrementar el número de policías, un análisis integral de la situación.
“El Estado siempre está enfocado a medidas reactivas, está comprobado que genera más gasto y no ayudan a contrarrestar el problema de la criminalidad o la violencia homicida, es más barato prevenir que atender reactivamente. Es importante reaccionar e invertir, pero con calidad”, dijo el profesional.
A criterio de López, las medidas de prevención pasan por una agenda de desarrollo social, como la inversión adecuada en educación, formación y desarrollo integral de la juventud y niñez que se encuentra en riesgo social.
“El enfoque que tiene el gobierno actual en el tema preventivo es erróneo, los policías no pueden realizar prevención. Ellos realizan disuasión para que el hecho no se consuma. Las medidas de prevención pasan por una agenda de desarrollo social, es decir, los delincuentes no deciden de un día para otro ser delincuentes, sino que pasan por una serie de retrocesos que los presionan a actuar de manera inadecuada”, indicó
“Hay factores de riesgo muy determinados como que los jóvenes no terminen la escuela, que vivan en ambientes violentos, que haya violencia intrafamiliar, que aparte de estudiar se agencian de responsabilidades de adultos muy pequeños, como los embarazos”, puntualizó López.
Roberto Garza
Inacif
“Si usted tiene un muerto en la escena del crimen, usted debe considerar que el cadáver le da cierta cantidad de información que le va a permitir en ese momento armar una teoría del caso, si usted no tiene una teoría del caso es imposible hacer un plan de investigación y si no tiene un plan de investigación, usted no tiene una ruta y si no tiene ruta usted no puede comprobar una tesis criminal, entonces el caso no está resuelto”.
Juan Pablo Ríos
Ministerio de Gobernación
“El Estado siempre está enfocado a medidas reactivas, está comprobado que genera más gasto y no ayudan a contrarrestar el problema de la criminalidad o la violencia homicida, es más barato prevenir que atender reactivamente. Es importante reaccionar e invertir, pero con calidad”.
Néstor López
Centro de Investigaciones Económicas Nacionales