Atentados suicidas en Pakistán


Apoyo. Intengrates de la oposición en Pakistán participaron en el funeral de una de las ví­ctimas de los ataques suicidas.

Dos atentados suicidas volvieron a enlutar a Pakistán el jueves, por sexto dí­a consecutivo, con al menos 25 muertos, aunque las autoridades dudan en incluir al de Baluchistán en esta serie atribuida a los islamistas en represalia por el ataque a la Mezquita Roja de Islamabad.


Las autoridades todaví­a no han clasificado entre estas matanzas perpetradas por los militantes pro talibanes al atentado suicida lanzado contra obreros chinos el jueves que mató a 14 paquistaní­es en Baluchistán (sudeste). Sin embargo, el balance de seis dí­as de atentados suicidas y de ataques en todo el paí­s es de por lo menos 150 muertos.

El jueves en la mañana, un kamikaze lanzó su automóvil cargado de explosivos contra un convoy de policí­as que escoltaban a siete obreros chinos en Hub, en el sur de la provincia de Baluchistán.

Aunque no alcanzó al vehí­culo que transportaba a los chinos, su coche estalló en medio de una estación de autobuses llena de gente. Veinticuatro paquistaní­es, entre los cuales habí­a siete policí­as, murieron, según la policí­a, y por lo menos otros 20 sufrieron heridas.

Poco antes, en el noroeste, otro kamikaze trató de forzar las rejas de una escuela de policí­a en Hangu, en la Provincia Frontera del Noroeste, a unos 40 km de la frontera afgana.

Su vehí­culo estalló sin afectar a unos 400 alumnos de policí­as que se entrenaban en el patio, declaró a la AFP el jefe de la policí­a local, Zulfiqar Cheema. Pero la explosión mató a un niño, a un hombre que barrí­a la calle, a un policí­a y a dos pasajeros de un minibús. Otras 22 personas fueron heridas.

«Esta ola de atentados suicidas está destinada a sumir al paí­s en el caos y a provocar motines», dijo a la AFP el portavoz del ministerio del Interior, el general Javed Cheema. Sin embargo, este vocero se negó a decir si estos atentados le parecí­an vinculados a las amenazas de venganza después del asalto a la Mezquita Roja, hace ocho dí­as.

Muchos de los atentados de los seis últimos dí­as fueron perpetrados en las zonas tribales del noroeste, fronterizas con Afganistán, y mataron sobre todo a militares y policí­as.

Pero el martes al anochecer, un atentado suicida mató a por lo menos 17 personas en el centro de Islamabad, en un mitin de la oposición al presidente, el general Pervez Musharraf. Por el momento se ignora si ese atentado estaba vinculado al asalto a la Mezquita Roja, como afirman las autoridades.

Estos ataques fueron perpetrados después de que algunos lí­deres fundamentalistas paquistaní­es, así­ como el número dos de Al Qaida, Ayman al Zawahiri, pidieron vengar el mortí­fero asalto, hace ocho dí­as, contra la Mezquita Roja de Islamabad, donde murieron por lo menos 75 militantes islamistas, en su mayorí­a procedentes de esas zonas tribales.

El miércoles, Musharraf prometió lanzar una guerra «frontal» contra los fundamentalistas musulmanes, a los cuales acusa de haber perpetrado esos atentados, bajo la insistente presión de Estados Unidos, que le reprocha haber permitido que los talibanes y Al Qaida se fortalecieran en las zonas fronterizas con Afganistán.