El ejército estadounidense anunció el jueves que acusó a dos de sus soldados por el asesinato de un iraquí cerca de la ciudad petrolera de Kirkuk (norte), en un nuevo escándalo que afrontan las fuerzas estadounidenses en Irak.
La acusación llega al día siguiente de la condena en Estados Unidos de un cabo norteamericano implicado en el asesinato de un civil en 2006 en Irak, y menos de tres semanas después de la inculpación de otros militares por asesinatos de iraquíes.
El ejército estadounidense indicó que el sargento jefe Try Corrales y el soldado Christopher Shore han sido inculpados por el «asesinato premeditado de un ciudadano iraquí», sin precisar las circunstancias.
Dichas inculpaciones han sido emitidas tras una serie de informaciones sobre «presuntos perjuicios» por parte de ambos soldados. Las autoridades militares tuvieron noticia de todo ello a través de otros soldados, según el comunicado del ejército.
Los dos militares formaban parte de una unidad de un regimiento de infantería con base en Schofield Barracks, en Hawai, que actualmente está desplegada en Irak.
El ejército norteamericano reaccionó en un primer momento reemplazando en sus funciones al teniente coronel Michael Browder, que tenía bajo su autoridad las unidades a las que pertenecen los dos soldados inculpados.
El oficial fue sustituido por «falta de confianza en sus capacidades para comandar» sus tropas «eficazmente», según el comunicado.
El ejército precisa que el asesinato habría sido cometido por soldados «bajo el mando de Browder», aunque ningún cargo pesa sobre este último, reemplazado por el general Benjamin R. Mixon.
El miércoles, el cabo Trent Thomas fue hallado culpable de conspiración y secuestro de un civil iraquí asesinado el año pasado en la ciudad de Hamdania, en el norte de Bagdad, aunque resultó absuelto del cargo de asesinato.
El cabo era el primero de ocho militares inculpados que declara ante una corte marcial por el asesinato de Hashim Ibrahim Awad, de 52 años, el 26 de abril de 2006.
En Irak, el mando militar estadounidense ya anunció hace menos de tres semanas la inculpación de tres soldados por dos casos distintos de asesinato.
El sargento Evan Vela fue inculpado por el asesinato de un iraquí entre abril y junio cerca de la ciudad de Iskandariya (a 50 km al sur de Bagdad), según un comunicado del 2 de julio.
Tres días antes, el ejército estadounidense comunicó la inculpación del sargento Michael A. Hensley y del soldado Jorge G. Sandoval por el asesinato de tres iraquíes, también cerca de Iskandariya.
En ambos casos, los militares están acusados de haber colocado armas «al lado de iraquíes muertos» después de haberlos matado, según el ejército.
Estos casos se añaden a los escándalos que han puesto en entredicho la reputación del ejército estadounidense desde la invasión de Irak en marzo de 2003.
El mayor de ellos fue la publicación en 2004 de fotografías que mostraban a soldados humillando a los prisioneros de la cárcel de Abu Ghraib.