La devastación causada por el tifón Haiyan dio un tinte sombrío hoy a las conversaciones de la ONU sobre el clima mundial cuando el enviado de las Filipinas rompió en llanto y anunció que ayunará «hasta que se avizore una salida significativa».
La emotiva exhortación de Yeb Sano fue saludada con una ovación de pie al comienzo de las conversaciones de dos semanas en Varsovia, donde más de 190 naciones tratarán de sentar las bases para un nuevo pacto contra el calentamiento global.
La costarricense Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, se refirió al «impacto devastador» del tifón en las Filipinas en su discurso inaugural e instó a los delegados a «ir dar un paso adicional» para adelantar las negociaciones.
Los científicos dicen que los episodios meteorológicos aislados no pueden asociarse concluyentemente al calentamiento global. Asimismo, el vínculo entre el calentamiento provocado por los seres humanos y la actividad de los huracanes no está claro, aunque se supone que el aumento en los niveles de los mares tornará a las naciones de tierras bajas más vulnerables a las marejadas.
De todos modos, los fenómenos meteorológicos extremos como los huracanes suelen provocar llamados de urgencia en las conversaciones de la ONU. La llegada del huracán Sandy a la costa nororiental de Estados Unidos el año pasado y el impacto del tifón en las Filipinas fueron citados como ejemplos de desastres que podrían aumentar a menos que se controlen las emisiones de gases generadores del llamado «efecto invernadero», que según los científicos están elevando las temperaturas en el planeta.
«Podemos arreglar esto. Podemos poner fin a esta locura. Ahora mismo, aquí mismo», dijo Sano a los delegados en Varsovia.
Visiblemente emocionado, dijo que esperaba angustiado las noticias de sus familiares afectados por el tifón, aunque se sintió aliviado al enterarse que su hermano había sobrevivido.
«En los dos últimos días ha estado extrayendo cadáveres con sus propias manos», afirmó.
«Ahora empezaré a ayunar voluntariamente en favor del clima. Esto significa que voluntariamente dejaré de alimentarme durante esta (reunión) hasta que se avizore una salida significativa», agregó.
Aunque no se esperan grandes decisiones en la reunión que se lleva a cabo en el Estadio Nacional de Varsovia, el nivel de progreso que se alcance podría ser un anticipo de las posibilidades de convenir un acuerdo mundial en 2015.