Un jurado declaró culpable de homicidio a un doctor por la muerte de su esposa hace seis años, al término de un juicio que captó la atención nacional por las circunstancias del caso.
El veredicto fue emitido a primera hora de hoy. Por sus elementos, el asunto había adquirido relevancia televisiva: una cirugía plástica forzada, un mujeriego, traición y chivatos.
Martin MacNeill fue acusado de dejar inconsciente a su esposa Michele MacNeill con sustancias después de una cirugía cosmética y dejarla morir en una bañera como la exhibida durante el juicio.
Los fiscales afirmaron que MacNeill quizá la sumergió por si acaso y que cometió el crimen para emprender una vida nueva con otra mujer.
«Fue casi un homicidio perfecto», dijo el fiscal Chad Grunander, quien afirmó que MacNeill «colmó (a la víctima) de sustancias» que sabía serían difíciles de detectar una vez que estuviera muerta.
Una amante previa de MacNeill testificó que éste alguna vez le confió que podría inducir en alguien un ataque cardiaco que podría parecer natural.
Al cabo de varias horas de deliberación, el jurado emitió su veredicto de culpabilidad por homicidio y obstrucción de la justicia poco después de la una de la mañana del sábado.
El caso causó conmoción entre la comunidad mormona de Pleasant Grove, 35 millas) al sur de Salt Lake City, y atrajo la atención nacional porque el acusado era un médico y abogado rico, padre de ocho hijos en lo que parecía una familia perfecta.
El procesado también fue obispo en su congregación local de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Los abogados defensores afirman que Michele MacNeill murió de casusas naturales. «Simplemente no hay pruebas» de homicidio, dijo el abogado Randy Spencer.
Por homicidio calificado, Martin MacNeill puede afrontar una condena de 15 años a prisión perpetua. El segundo cargo de obstrucción de la justicia podría añadir entre uno y 15 años. La sentencia le será dictada el 7 de enero.
MacNeill fue regresado por agentes a la prisión del condado de Utah.