Llaman a denunciar atrocidades


El arte contemporáneo debe denunciar con mayor elocuencia las atrocidades polí­ticas, sociales, económicas y medioambientales que se perpetran en el mundo, afirmó el artista chileno Gonzalo Dí­az, quien presenta «Eclipse» y «Al calor del pensamiento» en la Documenta XII de Alemania.


Dí­az defendió que las obras de arte visuales deben «dar más de lo que pueden dar»: «Que enuncien más discursos, que entreguen más explicaciones, que desvelen más misterios, que otorguen más sentido, que denuncien más atrocidades, que ilustren con elocuencia el discurso de la Historia», afirmó en una entrevista con la AFP.

El proyecto «Eclipse», una instalación en un recinto oscuro en la que el espectador se ve confrontado a la frase «Vienes al centro de Alemania sólo para leer la palabra arte bajo tu propia sombra» fue «pensado para Documenta XII y producido enteramente en Kassel (centro)», donde tiene lugar la muestra, explicó Dí­az, nacido en 1947 en Santiago de Chile, donde reside.

«Al calor del pensamiento», otra instalación formada por elementos de metal, cerámica e implementos eléctricos, «fue conseguida en préstamo de la colección DAROS, de Zúrich (Suiza)», señaló el artista, que utiliza diferentes materiales y técnicas industriales.

«Ambas obras, a pesar de su resolución material, técnica y procedimental tan diversa, dirigen sus lí­neas de fuga hacia el mismo punto crí­tico, vinculado con un malestar que proviene a su vez de una sospecha», explicó Dí­az, quien emplea en sus obras un lenguaje muy sutil y cuestiona el potencial actual de las artes plásticas para crear un significado.

«Se trata del ’asomo a la escena originaria’ del arte contemporáneo, en la que se ve al Sumo Sacerdote (Marcel) Duchamp con un urinario en las manos diciendo ’Tomad y bebed todos de él, porque esto es el Cuerpo del Arte’», dijo el artista chileno, parafraseando la oración que pronuncia en cada misa el celebrante católico durante la consagración de la sangre y cuerpo de Jesucristo en su liturgia.

El artista plástico chileno aborda habitualmente en sus obras el tema de la relación ambivalente entre el arte y el poder, así­ como los efectos de las actuaciones polí­ticas sobre la sociedad.

Dí­az, quien confiesa que ha tenido un año muy productivo en este 2007, al participar en la Bienal de Valencia (España), en la Bienal del Fin del Mundo, en Ushuaia (Argentina) y en la Documenta XII, trabaja en estos momentos «solamente para proyectos en Chile».

Además de la muestra individual que tendrá el año próximo, en los meses venideros intervendrá «en dos proyectos curados por artistas que curiosamente se refieren a lo mismo», anunció.

«Uno propone intervenir la Oficina Salitrera de Humberstone, que hoy se encuentra abandonada en pleno desierto al norte de Chile, y el otro tiene como contexto el centenario de la matanza de 1907 de obreros del salitre, en la Escuela Santa Marí­a de Iquique, hecho al que se refiere la ’Cantata de Santa Marí­a’ que hizo famosa el grupo Quilapayún, en los años 70», evocó Dí­az.