Brasil está en la fase final de selección de un satélite de defensa y comunicación que será lanzado como parte del esfuerzo por masificar internet en el país, anunció hoy la presidenta Dilma Rousseff.
Según la mandataria, ya fueron seleccionadas las empresas candidatas a aportar el equipo y el lanzamiento del satélite, con la intención de absorber la tecnología que permita al país producirlos en el futuro. El proyecto contempla una inversión de 660 millones de dólares incluyendo el aparato, su lanzamiento, las plataformas terrestres y el seguro.
«El satélite va a atender las necesidades del Plan Nacional de Banda Ancha, mejorando significativamente la oferta y calidad de internet, atendiendo también las necesidades de comunicaciones estratégicas civiles y militares del gobierno brasileño», indicó la presidenta en su columna semanal publicada en varios diarios en todo el país.
El plan de banda ancha citado por la mandataria fue lanzado en 2010 y pretende extender internet de alta velocidad a 40 millones de domicilios hasta 2014.
El llamado Satélite Geoestacionario de Defensa y Comunicaciones Estratégicas debe estar en órbita en 2016 y tendrá dos bandas: la banda ka, de carácter civil, que será operada por la empresa estatal de telecomunicaciones Telebras junto con la empresa de aviación Embraer; y la banda X que tendrá uso militar y estará bajo control del Ministerio de Defensa.
La contratación del satélite está a cargo de la empresa mixta Visiona, creada especialmente para el proyecto satelital, que negocia acuerdos con el consorcio europeo-estadounidense Thales Alenia para la construcción del aparato. El lanzamiento está siendo negociado con la europea Arianespace, informó el Ministerio de las Comunicaciones en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
Según Rousseff, el uso del satélite complementará la red de fibra óptica existente en el país para alcanzar regiones más remotas y permitir que tengan acceso a la red de computadoras.
En materia de defensa, el satélite servirá para reforzar el sistema de vigilancia de fronteras terrestres, en momentos que el país intensificó las acciones policiales y militares en la región para contener la entrada de drogas y armas que alimentan el crimen organizado en las grandes ciudades del país.
Rousseff indicó que el proyecto contempla el lanzamiento futuro de otros dos satélites que ayudarán a atender las comunicaciones internas del gobierno, en momentos de preocupación por denuncias de que autoridades del gobierno, incluyendo la presidenta, han sido blanco de espionaje de Estados Unidos.
«Con estas acciones vamos a aumentar la seguridad de las comunicaciones y el intercambio de datos entre los órganos públicos, las redes del gobierno, además de masificar el acceso a internet», agregó la presidenta.