Ahora que existe el programa de educación superior para estudiantes de magisterio, entre el Ministerio de Educación y la Universidad de San Carlos, es necesario continuar con esa nueva visión educativa que no sólo demanda educación de calidad sino de excelencia. En otros escritos he explicado mi interpretación de los dos conceptos y lo que implican en la práctica; que el maestro los aplique en el aula.
Sabemos que hay diferentes tipos de organización en las escuelas. Hay de multigrado, un maestro para varios grados; unitarias, un maestro único para atender a todos los grados y las que tienen todos los maestros necesarios para atender cada grado y cada materia ofrecida para cumplir con el currículo nacional base.
Los dos primeros modelos de organización son mucho más difíciles en la práctica por las múltiples planificaciones que implica tal organización.
También sabemos que en un gran número de escuelas, uno de los maestros, además de tener clases a su cargo, funge como director del establecimiento, con todas las responsabilidades que el puesto exige, incluyendo asistir a las sesiones a las que citan los supervisores y otros funcionarios del Mineduc.
La transformación necesaria, requiere pensar cómo podemos tener organizaciones escolares que cuenten con directores líderes educativos para no sólo ver el proceso educativo sino acompañar a los maestros en la aplicación de metodologías y estrategias “nuevas” en el aula, que permitan ayudar en mejor forma a los alumnos a tener éxito en sus estudios. La mira es desaparecer la deserción y el alto porcentaje de repetición en la primaria. Recientemente salió en los medios de comunicación, que en un departamento, 30% de un área escolar perderá el grado. Esto debería ser suficiente para pensar cómo se pueden solucionar situaciones como esa, que son más frecuentes de lo que pensamos.
Hace años se ha venido manejando la idea de iniciar una carrera que prepare a Directores de Escuela. Igual que el convenio recién firmado para la formación inicial del magisterio a nivel superior, la carrera de Director Escolar sería también motivo de un convenio entre el Mineduc y las universidades de Guatemala.
Dicha carrera tendría la peculiaridad de visualizar las necesidades de un sistema escolar público; pensar en la transformación de lo actual a otro sistema más acorde al presente siglo y basado en eso, proponer formas de cómo aplicarlas en un proyecto educativo de nación. Dicho proyecto tendría el cómo realizar una transición que no produzca miedo. El Director, como líder educativo, “enseña el camino” hacia donde debe ir el equipo para satisfacer los “targets” específicos del plan nacional.
Contrario a muchos programas y currículos planteados, esta carrera estaría basada en un sistema educativo abierto. Sería de punta, muy ágil en el uso de múltiples medios, entre ellos los tecnológicos, que responda positivamente a la realidad guatemalteca.
La importancia de tener directores escolares excelentemente preparados, no puede enfatizarse suficiente. Buscar la calidad en la educación y lograr la excelencia en el proceso educativo es lo que buscamos.