Las autoridades europeas persiguen una red de falsificadores que hicieron pasar cientos de botellas de vino mediocre por Romanée Conti, un vino de Borgoña considerado entre los más finos y caros del mundo.
El viñedo de Borgoña dio el aviso el año pasado, dijo la oficina del fiscal de Dijon, Borgoña, en un comunicado.
Un laboratorio del gobierno francés incautó y analizó varias botellas con el rótulo de Romanée Conti. El análisis reveló un vino mediocre que se hacía pasar por uno que se vende por hasta 9 mil euros (12 mil dólares) la botella.
Viñateros de Borgoña dijeron que los vinos falsificados suelen ir a China, donde el consumo de vinos finos, en particular los franceses, está creciendo de manera explosiva y provocando un alza astronómica de los precios.
Semanas atrás, la policía allanó una veintena de casas y oficinas y detuvo a sospechosos en varios países europeos. Allí encontró elementos de empaque utilizados en la falsificación. Francia ha pedido la extradición de dos italianos detenidos.
La oficina del fiscal informó que la banda ha vendido al menos 400 botellas del vino falsificado, por valor de 2 millones de euros. Junto con Europol y policías locales está buscando a otros sospechosos.
Europol indicó que las primeras ventas tuvieron lugar en Italia, pero se han descubierto vínculos con Rusia, Hong Kong, Belice y Suiza.
Jean-Michel Guillon, propietario de Domaine Guillon & Fils en Gevrey-Chambertin, dijo que muchos viñateros temen la falsificación, pero las víctimas en general son los vinos más caros. Los viñateros están agregando aditivos químicos a las etiquetas para facilitar el rastreo de las botellas.