Los Giants de Nueva York ganaron al fin en la campaña al maniatar a Adrian Peterson y al convertir los errores de Minnesota en una victoria de 23-7, anoche.
Nueva York comenzó la temporada con seis derrotas. En todos esos partidos, fueron el equipo que regaló el balón y que mostró una endeble defensiva. Pero ante los Vikings (1-5), los Giants fueron suficientemente eficaces y despojaron a Minnesota del ovoide en tres ocasiones.
En contraste, Nueva York sólo perdió un balón.
«Los jugadores y entrenadores se enorgullecen por lo que hacemos», dijo el quarterback Eli Manning. «Sólo teníamos que salir peleando, eliminar algunos errores y jugar como necesitamos hacerlo».
Peterson, el Jugador Más Valioso de la temporada anterior, fue limitado a 28 yardas, cinco días después de que su hijo de 2 años fue sepultado en Dakota del Sur. El hombre que supuestamente causó la muerte del menor fue acusado el lunes de asesinato en segundo grado.
El corredor estelar de los Vikings no recibió ayuda de un oxidado Josh Freeman, quien debutó como quarterback del equipo que lo contrató como agente libre después de que Tampa Bay se deshizo de él. Los Buccaneers habían reclutado a a Freeman en la primera ronda del draft en 2009.
En el encuentro, Freeman erró frecuentemente sus pases a receptores desmarcados. Varios de sus envíos se fueron desviados por varias yardas.
Josh Brown convirtió tres goles de campo, Rueben Randle atrapó un pase de 24 yardas para una anotación y Peyton Hills logró otro touchdown durante un acarreo, por Nueva York (1-6).
«Nosotros no podemos pensar sino en un triunfo y en dar un paso en la dirección correcta», dijo el tackle defensivo Cullen Jenkins. «No podemos ver mucho más allá del paso siguiente».
Freeman completó 20 de 53 pases, para 190 yardas. Manning acertó 23 de 39, para 200 yardas.