El partido Demócrata Cristiano del primer ministro Jean-Claude Juncker se mantuvo con holgura como el mayoritario y la primera opción para formar una nueva coalición de gobierno después de las elecciones del domingo.
Con un recuento casi completo de votos, el partido de Juncker obtuvo casi 4,5 puntos porcentuales menos con respecto al 38% de las elecciones del 2009, pero continúa con gran ventaja sobre su compañero socialista en la coalición de gobierno LSAP, que logró algo más del 20%, y la oposición Liberal DP, que tuvo un considerable aumento a 18,5%.
Juncker, que se desempeña en el cargo desde 1995, el líder que más tiempo lleva en el poder en la Unión Europea de 28 naciones, podría formar un gobierno de centro izquierda o de centro derecha, o podría enfrentarse a una gran coalición en su contra que reuniera a los liberales, socialistas y verdes.
«Estoy satisfecho con el resultado. Nuestro partido sigue siendo el más grande», destacó Juncker.
El Gran Ducado de Luxemburgo, que limita con Francia y Alemania, tiene unos 515.000 habitantes. Es miembro fundador de la Unión Europea y un importante centro financiero, lo que le otorga una importancia que supera su nivel demográfico. Juncker fue presidente del grupo europeo de naciones que comparten la moneda común en la UE entre 2005 y comienzos de año.
Luxemburgo, que presenta una imagen tranquila de conservadorismo, se vio precipitado a elecciones a mediados de año después de que Juncker no pudo contener un escándalo de espionaje sobre acusaciones de escuchas a políticos y registros de información sobre ciudadanos de a pie e importantes personalidades que se remontaba a la guerra fría.
Asimismo hubo acusaciones de que se usaba dinero estatal para pagar por vehículos y departamentos usados por el servicio de seguridad. Aunque Juncker no se vio implicado, los socialistas, aliados en la coalición de gobierno, le recomendaron que asumiera la responsabilidad política y decidió convocar elecciones.